El último informe de la OIT, ‘Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2016’, pone de manifiesto las principales carencias estructurales del mercado de trabajo español, así como el riesgo de pérdida de cohesión.
Para Asempleo, la asociación de las agencias de empleo de España, entre otras medidas, es preciso acometer una reforma sustancial de los mecanismos de entrada en el mercado de trabajo, contando con agentes especializados y profesionalizados como son las empresas de trabajo temporal, las de selección o las de recolocación. Contar con estos especialistas, permitirá, como sucede en los países europeos con mayor éxito, disponer de experiencia, ofertas de empleo y recursos para acometer una disminución significativa del desempleo (especialmente de los jóvenes) y también para frenar la temporalidad no justificada.
Consideramos que la gestión de la temporalidad que no responde a las necesidades reales de las empresas, puede provocar daños estructurales en nuestro mercado laboral y que una actuación temprana y profesional, teniendo en cuenta el momento en el que estamos, puede evitar situaciones de precarización laboral, tal y como advierte la OIT.
Del total de contratos temporales en España, las agencias de empleo solo gestionan un 16%, por tanto, podríamos decir que existe un porcentaje muy elevado de dudosa legalidad. Una mayor participación de las agencias de empleo en la gestión de la bolsa de la temporalidad, no sólo reduciría el fraude laboral para un gran número de situaciones que actualmente se están dando, si no que reduciría la tasa de temporalidad en España hasta cotas cada vez más reales.
La previsión de la OIT en el sentido de que no es posible vislumbrar un descenso, a medio plazo, de la tasa de paro, por debajo del 18%, hace necesaria una estrategia combinada de las políticas activas y pasivas (prestaciones), conectada con mecanismos que faciliten el acceso al trabajo y a experiencias laborales.
Por otra parte, la parálisis en el diseño de políticas de empleo y planes específicos, motivada por el escenario de indefinición política, puede provocar un paréntesis muy perjudicial en la estrategia de capital humano asociada a la recuperación económica de nuestro país.
El mercado de trabajo español, pese a estar recobrando fuerza para seguir en la senda de recuperación mostrada este último año, va a seguir manteniendo tasas de desempleo muy elevadas (entorno al 19% según la OIT), con el riesgo de conformar un mercado de trabajo de baja calidad y muy inestable ante cualquier desequilibrio que puede aparecer en el corto plazo.
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