El secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, ha explicado este lunes que las organizaciones del sindicato con las que está trabajando para optar a suceder al actual secretario general confederal, Cándido Méndez, plantearán una actuación colectiva y colegiada, y ha explicado que su planteamiento es de renovación: «Lo nuestro no es un recambio, sino un cambio».
En rueda de prensa este lunes para hacer balance de 2015 y hablar de las perspectivas de 2016, ha instado a esperar hasta finales de mes para concretar la candidatura, ya que requiere el aval de al menos el 25% de los congresos territoriales de UGT, que se celebrarán las próximas semanas, y ha incidido en la importancia del trabajo en equipo en tanto que él ya tiene 59 años.
Hasta ahora, Álvarez cuenta con apoyos en el sector del metal y de los servicios, dos de los más importantes; ha tenido contactos con diversos territorios de toda España, y ha avanzado líneas generales del proyecto que se está ideando: «No vamos a hacer más o menos lo que se ha hecho en los últimos años, no porque estemos en desacuerdo, sino porque creemos que ha llegado la hora de hacer cambios en profundidad».
Ha puesto como ejemplos definir las incompatibilidades de empleo y retribuciones de los dirigentes sindicales, así como implementar la vigilancia del cumplimiento del código ético, sobre lo que ha reconocido que es difícil conocerlo todo, aunque quien tenga conocimiento de vulneraciones puede denunciarlo en el seno del sindicato.
De todas formas, ha defendido «no perder demasiado tiempo» en cuestiones internas desde el punto de vista de la opinión pública, centrando los esfuerzos externos en impulsar iniciativas para desmontar las reformas de los últimos seis años, devolver los derechos a la gente, que los jóvenes puedan encontrar un empleo decente, y que los jóvenes emigrantes puedan volver para así crear empleo de calidad, ha enumerado.
RELEVO EN CATALUÑA
Álvarez dejará la secretaría general de UGT de Cataluña este año, ya que el sindicato prevé el congreso de su relevo para abril, y aunque no hay una candidatura oficial confirmada, ha insistido en que «será más colegiada que nunca» y con un secretario general al frente que puede ser hombre o mujer.
Precisamente la rueda de prensa de este lunes la ha realizado acompañado por dos de los nombres que se perfilan para formar parte del equipo de sucesión: La secretaria de Estado del Bienestar y Trabajo de UGT de Cataluña, Laura Pelay, y el secretario de Política Sindical, Camil Ros.
Otro nombre del sindicato para el que se augura un papel destacado en la propuesta de nueva dirección es el del presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero.
Álvarez ha apuntado que no le corresponde a él tutelar su relevo, sino a la organización, aunque ha considerado que, a diferencia de la UGT confederal, en Cataluña hay un «amplísimo apoyo a las políticas que se han ido desarrollando y coincidencia con lo que se debe hacer en los próximos tiempos».
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