La economía española crece, un 3,4% en tasa interanual en el tercer trimestre del año, por encima del 2,1% con el que cerró el ejercicio 2014. Las previsiones del Gobierno anticipan que la economía seguirá creciendo en 2016, hasta un 2,8%. Sin embargo, los salarios, aunque acelerarán previsiblemente su ritmo de avance en 2016, lo harán, a priori, con menor intensidad.
Y es que la contención de los sueldos seguirá vigente un año más a la espera de lo que acontezca en el panorama político, en el que aún está en el aire el baile de pactos y acuerdos que den lugar a un nuevo Gobierno.
Hasta la fecha, el Ejecutivo ha decidido congelar por sexto año consecutivo el Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (Iprem) en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016, que se tramitaron con antelación para que entraran en vigor con independencia del resultado de las elecciones del pasado 20 de diciembre.
Aunque el Iprem viene siendo un indicador que marca la pauta del devenir del resto de las rentas, el Gobierno ha decidido subir en paralelo el salario mínimo interprofesional (SMI) un 1% para el próximo año, el doble que en 2015 (+0,5%), tras las congelaciones de 2012 y 2014. Es éste un avance ‘de facto’ del salario mínimo.
Ahora bien, el Gobierno también decidió subirlo en 2013 un 0,6%, en línea con la revalorización máxima prevista en el II Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que ha sido renovado por los agentes sociales en 2015 y que, en cambio, prevé un incremento salarial para 2016 del 1,6%. Esto significa que el SMI subirá el próximo año medio punto por debajo de lo pactado por patronal y sindicatos.
Por otro lado, la fórmula de la revalorización anual de las pensiones, en última instancia el sueldo de los jubilados, establece que, dadas las circunstancias económicas, un año más la subida sea la mínima legal del 0,25% para salvaguardar la solvencia del sistema público.
TODO DEPENDE DE LOS PACTOS
No obstante, el año 2016 tiene la peculiaridad de arrancar en una escena política poco usual tras las elecciones generales del 20 de diciembre, en la que está por ver qué alianzas se alcanzan entre los partidos con opción de Gobierno, algunos de los cuales, al margen de la política continuista del PP, incluyen en sus programas electorales cuestiones relativas a salarios y rentas.
El PSOE ha planteado crear un Ingreso Mínimo Vital no contributivo para familias sin ingresos o en situación de necesidad de 426 euros, que puede llegar hasta los 708 euros para familias con adultos a cargo, e incrementar la cobertura en la prestación por hijo con un nuevo sistema escalonado que iría desde los 50 euros a los 150 euros mensuales. Además, los socialistas proponen subir el SMI hasta el 60% del salario medio en dos legislaturas.
En el caso de Ciudadanos, la formación liderada por Albert Rivera ha llevado en su programa electoral un complemento salarial anual garantizado que complete los ingresos laborales de los hogares, destinado a aquellos trabajadores con salarios más bajos y empleos más precarios.
Por su parte, Podemos apuesta por incrementar gradualmente el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta alcanzar los 800 euros al mes en 14 pagas al final de los primeros dos años de legislatura, y los 950 euros al final de la legislatura.
También contempla una renta garantizada para hogares por debajo del umbral de pobreza con una cuantía inicial de 600 euros mensuales para las unidades de convivencia de un solo miembro, aumentándose progresivamente en función del número de miembros hasta un máximo de 1.290 euros.
Finalmente, la formación encabezada por Pablo Iglesias quiere establecer un complemento para trabajadores con baja remuneración con el que garantizar unos ingresos mínimos de 900 euros mensuales, que también se incrementarán con el número de miembros de la unidad de convivencia.
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