El número de autónomos que cotizan voluntariamente por la prestación de accidente laboral o enfermedad profesional se situó al finalizar octubre en 600.646, su nivel más bajo desde que existe esta prestación, según datos facilitados por la organización de autónomos UPTA.
En los diez primeros meses de este año, los trabajadores por cuenta propia que voluntariamente cotizan por esta prestación se ha reducido un 3,8% respecto a diciembre de 2014, desde 623.940 a poco más de 600.000.
UPTA achaca este descenso en el número de cotizantes autónomos por contingencias profesionales a la «escasa información» que existe sobre este derecho voluntario y a la «muy baja» utilización que se hace de la prestación, ya que los autónomos sólo la solicitan en caso de imposibilidad absoluta de ejercer su trabajo.
De hecho, según datos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), sólo 10.362 autónomos han pedido la prestación por accidente laboral, en contraste con los 355.572 asalariados que la han solicitado, y en todos los casos los accidentes sufridos por los autónomos se clasificaron como graves.
UPTA teme que la reciente desvinculación entre la prestación por accidente laboral y la prestación por cese de actividad (paro) provoque que la cifra de cotizantes por contingencias profesionales siga bajando y aumente el nivel de desprotección del colectivo frente a la siniestralidad.
Por este motivo, UPTA reclama que, además de mejorar la información, se estudien medidas para hacer más atractiva la protección frente a los accidentes laborales.
En este sentido, propone rebajar los coeficientes reductores en la jubilación anticipada en aquellos sectores de actividad con mayor riesgo y siniestralidad, y reconocer los accidentes ‘in itínere’ (los que se producen en el trayecto de casa al trabajo y viceversa) a efectos de la prestación.
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