El Pleno del Congreso debatirá y votará este martes la propuesta de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) de instar al Gobierno a que suba el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) el año que viene y a que se comprometa a negociar con comunidades autónomas y agentes sociales un calendario de incremento que permita situar este indicador en el 60% del salario medio cuando acabe la próxima legislatura.
En la iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, los nacionalistas catalanes reconocen que la congelación a la que se ha sometido al Salario Mínimo desde 2011 estaba justificada ante la falta de alternativas para responder a la «situación de emergencia» económica, pero advierten de que superada esa fase «no puede mantenerse en el tiempo de forma indefinida» la estrategia de devaluación salarial.
«El proceso de devaluación salarial hace tiempo ya que ha dejado de tener sentido. Se necesitan medidas para incrementar la capacidad de compra de los trabajadores y, en línea con el proceso de recuperación económica, que se redistribuyan mejor los costes de la crisis, que han padecido fundamentalmente asalariados y autónomos», señala el portavoz de Empleo de CDC en el Congreso, Carles Campuzano, a Europa Press.
Y es en ese objetivo donde se enmarca su propuesta de incremento «moderado» del Salario Mínimo que, «como se ha demostrado sobradamente, no tiene una incidencia significativa sobre el empleo» y permitiría «avanzar en la reducción de la desigualdad» y también en la recuperación económica mediante una mejora de la capacidad de compra.
ENTRE LOS SMI MÁS BAJOS
De hecho, CDC subraya en su texto que el Salario Mínimo español es «uno de los más bajos» de la UE-15 y que actualmente se sitúa muy cerca del umbral de pobreza para España en hogares con un solo miembro y por debajo del fijado para hogares con dos miembros.
Por eso, Campuzano defiende que el Gobierno «tome ya medidas» en la dirección de subir el Salario Mínimo para 2016, reconociendo que de forma directa se beneficiarían pocos trabajadores pero confiando en que serviría de «mensaje» a los agentes económicos sobre «cuál debe ser la dirección en la negociación colectiva».
«Frente a las propuestas de rentas básicas universales que hacen otros partidos para combatir la desigualdad nosotros creemos que el foco debe situarse en la necesidad de reducir la pobreza por la vía del salario», ha insistido, eludiendo fijar un porcentaje de subida concreta a aprobar para el próximo ejercicio, algo que debe pactarse a final de año en el ámbito del diálogo social.
Así, en vísperas de esa negociación, Convergència pretende «abrir esta discusión» en el ámbito parlamentario, con el objetivo a medio plazo de que España cumpla con el compromiso suscrito en la Carta Social Europa y que en un plazo máximo de cuatro años –es decir, al final de la próxima legislatura– el Salario Mínimo se sitúe en el 60% del salario medio neto.
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