Trabajadores de Volkswagen y uno de sus proveedores advirtieron hace años de la existencia un software diseñado para manipular pruebas de emisiones de gases tóxicos, según publicaron este domingo dos diarios alemanes, mientras la compañía intenta descubrir desde hace cuánto tiempo sus ejecutivos supieron de la trampa.
El mayor fabricante mundial de automóviles está evaluando el coste para su negocio y su reputación después de haber sufrido el mayor escándalo en sus 78 años de historia, tras reconocer que instaló software en motores diésel para esconder las emisiones de gases.
Países de todo el mundo han iniciado sus propias investigaciones tras descubrirse que la compañía adulteró las pruebas de emisiones de gases en Estados Unidos. Volkswagen sostiene que el software afecta a motores en 11 millones de vehículos, la mayoría de los cuales se vendieron en Europa.
La investigación interna de la compañía probablemente se enfocará en averiguar hasta dónde en la cadena de mando hubo ejecutivos responsables por la adulteración y por cuánto tiempo tuvieron conocimiento de ello.
El periódico Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, citando una fuente en la junta de supervisión de Volkswagen, asegura que el consejo recibió un informe interno en su reunión del viernes que mostró que técnicos de la compañía habían advertido en 2011 sobre las prácticas ilegales relacionadas con las emisiones.No se dio ninguna explicación sobre por qué no se abordó el asunto por aquel entonces.
Por separado, el diario Bild am Sonntag publicó que una investigación interna de Volkswagen reveló la existencia de una carta del proveedor Bosch en 2007 que también advertía contra el posible uso ilegal de la tecnología de software que suministró. El periódico no citó ninguna fuente en su información.
Volkswagen no quiso comentar los detalles de la información publicada en ambos diarios. «Hay una investigación seria en marcha y el foco está ahora también en las soluciones técnicas, para clientes y distribuidores», dijo un portavoz de Volkswagen. «Tan pronto como tengamos hechos fiables podremos dar respuestas», agregó.
Un portavoz de Bosch dijo que los negocios con Volkswagen eran confidenciales.
Bild dijo también que Martin Winterkorn, que renunció esta semana al cargo de presidente ejecutivo de Volkswagen, está exigiendo el pago de su salario por el tiempo que dura su contrato que se extiende hasta finales del próximo año, pero la compañía no quiere aceptar. El diario no citó fuentes. Winterkorn recibió una remuneración de 16 millones de euros el año pasado, la más alta de los presidentes ejecutivos entre las grandes compañías alemanas.
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