Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, aprovechó ayer el Día del Trabajo, festivo en el país, para presentar en Boston el nuevo decreto e insistir en que EEUU es la única nación desarrollada del mundo que todavía no garantiza por ley la baja remunerada por maternidad.
«Encuentren una manera» de que las bajas por maternidad o enfermedad pagadas sean «una realidad para todos los estadounidenses», urgió Obama a los congresistas.
La orden ejecutiva firmada ayer por Obama entrará en vigor en 2017 y beneficiará a unas 300.000 personas que trabajan en compañías que tienen contratos con el Gobierno federal y que, por primera vez, podrán disponer de un máximo de siete días pagados al año por enfermedad, según la Casa Blanca.
Los trabajadores beneficiados podrán usar esos días tanto si están enfermos como si necesitan cuidar de un familiar cercano.
De acuerdo con la Casa Blanca, unos 44 millones de trabajadores (alrededor de un 40 % de la fuerza laboral) del sector privado en EEUU no tienen acceso a una baja pagada por enfermedad y suelen ser los de ingresos medios y bajos los más afectados por esta carencia.
Obama eligió Boston para el anuncio de ayer porque en el pasado mes de abril su ayuntamiento aprobó una ordenanza para otorgar seis semanas de permiso por paternidad pagado a los empleados del gobierno de la ciudad.
Asimismo, los residentes de Massachusetts aprobaron a finales de 2014 una nueva ley que entró en vigor en todo el estado el 1 de julio para garantizar la baja remunerada por enfermedad.
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