Lo que te entristece cuando piensas en la vuelta al trabajo no es la pena por dejar atrás un periodo vacacional en el que has descansado y desconectado. Se trata de la angustia de saber que vuelves al trabajo o a la estresante rutina habitual. El doctor Miquel Casas, Psicólogo y miembro de Top Doctors, directorio integrado por más de 4.000 especialistas médicos de primer nivel, lo explica correctamente “se trata de un Trastorno Adaptativo en el que la persona responde con sintomatología clínica a un estresor específico, la vuelta al trabajo. Esto ocurre porque la persona, que viene de un periodo de descanso, no se ve capaz de responder al alto número de demandas que supone la vuelta al trabajo”.
Existen determinadas personas más propensas a sufrir este cuadro de síntomas, parecidos a los de la depresión, y compuesto por ansiedad, bajo estado de ánimo, decaimiento, falta de energía, sensación de hastío y sensación de no ser capaz de adaptarse de nuevo al entorno laboral. “Las personas más proclives a padecer depresión postvacacional son las que tienen problemas en su trabajo, ya sea porque no les guste, porque tengan malos horarios, porque hayan padecido algún tipo de mobbing laboral o porque estén afrontando problemas de despidos, algo muy habitual hoy en día con la crisis”, añade el doctor.
De forma general, cuanto mayor sea la distancia entre el placer de las vacaciones y el estrés en la actividad laboral, mayor será la posibilidad de padecer estrés postvacacional. Sin embargo, otro colectivo que sufre este síndrome de forma habitual, pero por todo lo contrario, es el de los padres con hijos pequeños o personas que han tenido a su cargo personas dependientes durante las vacaciones y, que, por lo tanto, no han descansado bien. El Dr. Casas nos explica que “la intensidad del cuadro y la aparición de sintomatología clínica será más frecuente en personas que tengan una fragilidad para responder al estrés y que con posterioridad ya hayan padecido cuadros ansioso-depresivos en respuesta a otros estresores.”
No es una enfermedad y no requiere terapia, desaparece en semanas
El síndrome postvacacional no se cataloga como trastorno y es raro que las personas que lo padecen tengan que ir a terapia por estos síntomas, que suelen desaparecer en un par de semanas. Sin embargo, podemos prevenir la aparición de esta sintomatología con los consejos que recomienda el Dr. Casas:
- Planificar adecuadamente las tareas laborales.
- Tener una visión global de todas las acciones que deberemos llevar a cabo y programarlas a lo largo del día en función del nivel de energía y humor que disponemos.
- Adaptar rápidamente las actividades extra laborales a la rutina típica del período laboral.
- Hacer ejercicio físico.
- Adaptar los horarios a los habituales
Además, añade “es aconsejable que durante los últimos días de las vacaciones nos sumemos a actividades de acción y adaptemos los horarios para acercarlos más a los que tendremos durante la actividad laboral. Por ejemplo podemos dejar de realizar siestas y despertarnos algo más temprano”.
Si aún con estos consejos, la persona se encuentra sometida a un elevado nivel de malestar psicológico y somático en su readaptación a la vida activa, teniendo una sintomatología intensa o no remitiendo los síntomas en 2 o 3 días, el Dr. Casas aconseja solicitar ayuda profesional.
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