Un experimento con la mitad de los funcionarios de Gotemburgo evaluará si trabajar menos con el mismo sueldo beneficia la productividad, la salud y la felicidad de los empleados. La medida, anunciada hace unos meses y tildada de electoralista por algunos, ha provocado una cadena de reacciones entre sus partidarios y detractores. La mismísima Alemania ha abierto un debate sobre la conveniencia de introducir la semana laboral de 30 horas y, en Francia, el nuevo ministro de Economía se ha mostrado dispuesto a permitir que las empresas deroguen la semana laboral de 35 horas si hay “acuerdos mayoritarios” con los empleados. En España, Podemos también ha planteado reducir la jornada laboral a 35 horas semanales.
Este mismo horario experimental también se probó en una fábrica automovilística de la misma ciudad, con resultados positivos, a juicio de Pilhem, quien espera que la medida, aparte de aumentar la productividad, permita crear nuevos puestos de trabajo.
«Creemos que es el momento de probar esta jornada en Suecia», ha declarado Mats Pilhem, vicealcalde de Gotemburgo y miembro del Partido de la Izquierda, al periódico ‘The Local’.
Pilhem ha explicado además que el consejo municipal utilizará dos departamentos diferentes, un grupo de prueba y un grupo control, en esencia. Un grupo trabajará según el horario experimental de seis horas, y el otro tendrá el día laboral convencional de siete horas, aunque todos los trabajadores van a recibir el mismo pago.
«Vamos a comparar los dos para ver en qué se diferencian, con ello esperamos que el día laboral más corto resulte en que los trabajadores se den menos de baja y que se sientan mejor física y mentalmente», ha resaltado el vicealcalde de Gotemburgo.
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