La industria del videojuego facturó 412,4 millones en España en 2014, con un alza del 31%, según el estudio de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV). Asimismo el informe constata que se registraron más de 400 empresas en el sector, unas 70 empresas nuevas nacionales, lo cual ha generado también un aumento en el empleo, el cual se ha visto potenciado hasta superar en un 28% las cifras de 2013. Las proyecciones prevén que en 2018 este sector mueva unos 1.000 millones de facturación.
Los vídeojuegos son cosas muy serias, sino que se lo digan a la Escuela Universitaria sobre producción de vídeo juegos DigiPen (DigiPen Institute of Technology Europe-Bilbao), integrada en DigiPen Corporation y cuya captación para Bilbao vino de la mano del que fuera director general de la Cámara de Bilbao, Juan Luis Laskurain, a su vez uno de los impulsores visionarios del Museo Gugggenheim en su momento. Con la captación de DigiPen se busca desde la formación generar todo un nuevo sector industrial que está en auge y que implica una tecnología muy alta y especializada, que además tiene aplicaciones a otros sectores industriales.
Hace escasas semanas que salió la segunda promoción de DigiPen, 19 nuevos profesionales que ya habían sido fichados por empresas antes de su graduación dada su altísima cualificación y escasez de profesionales de esa rama de Ingeniería. Su cualificación no sólo se puede aplicar a videojuegos y también a mecanismos de realidad virtual para actividades como diseño aeronáutico, aeroespacial, automoción, etc.
Sin embargo algunos de los alumnos de esta segunda promoción de DigiPen han decidido no coger ninguna de las ofertas de empleo para centrarse en crear su propia empresa: Kaia Games. En este proyecto se han embarcado Jon Sánchez, Aitor Tejedor, Aitor Gómez, Eneko Egiluz y Juan Sanpedro. El primer producto que están desarrollando es un vídeo juego de «aventuras» y para el desarrollo societario están contando con el apoyo de la propia DigiPen y de la sociedad de promoción Bilbao Ekintza.
Con Sánchez, uno de los alumnos más brillantes de DigiPen, sabe que son «pioneros» al lanzarse a emprender en este sector, pero se muestra convencido en que ese es su camino, «queremos tener nuestra propia empresa, desarrollar nuestros juegos, creemos que al público le pueden gustar». Alrededor de DigiPen Corporation en Estados Unidos se han desarrollado más de 150 empresas y 15.000 puestos de trabajo.
Incubadora más que escuela
Alrededor de la escuela Lea Artibai Ikastetxea se ha creado todo un ecosistema, en que a partir de la formación y de la colaboración público privada, han germinado 550 proyectos empresariales de las más diversas tipologías en los últimos diez años. En 2015 entre los proyectos empresariales que han dado sus primeros pasos destacan una compañía de mecanizado, otra de servicios de traducción u otra de diseño de interiores con productos de madera.
Esta escuela surgió en 1957, pero en 1970 incorporó la Formación Profesional por la iniciativa de la cooperativa de crédito Laboral Kutxa que percibió la necesidad de potenciar el desarrollo económico de la comarca de Lea Artibai fomentando el surgimiento de actividades industriales, ya que hasta ese momento dependían totalmente del sector agralimentario. La directora del centro, Isabel Mendiguren, destaca que el secreto del éxito ha sido «la colaboración público privada, la cercanía existente entre el centro de FP y las empresas de la comarca», entre las que se encuentran firmas de la relevancia de Cikautxo, Maier, Burdinola, etc.
De esta forma surgió la Fundación Azaro que se dota de una incubadora para acoger empresas en su fase de creación y de una unidad específica de I+D+i, a través de Leatiker, con la misión de prestar soporte científico tecnológico a las empresas de la zona y a las compañías de nueva creación para el desarrollo de nuevos productos y servicios. Desde Leatiker tiene ya una patente alimentaria para el aprovechamiento del lactosuero.
Los comentarios están cerrados.