Los nacidos entre 1996 y 2010 forman parte de la famosa Generación Z, una generación que avanza con fuerza y que está en el punto de mira de las empresas. Por este motivo, Adecco, líder mundial en la gestión de los Recursos Humanos, ha querido hacer una comparación entre éstos y sus predecesores, los conocidos como la Generación del Milenio (Millennials), nacidos entre 1980 y 1995.
Para ello, ha realizado una encuesta a más de 1.000 jóvenes estudiantes nacidos a partir de 1980 para conocer sus preocupaciones, sus aspiraciones, sus percepciones sobre el mundo laboral… Así, se ha puesto de manifiesto la importancia que dan estos dos colectivos a la estabilidad económica y a trabajar en lo que realmente desean. En esta misma línea, los jóvenes han mostrado preocupación por su futuro laboral, por los costes de la educación y por la situación económica actual y la que pueda resultar en un futuro.
Además, gracias a este estudio, se ha podido saber que estas generaciones siguen teniendo como una de sus prioridades el casarse, el poder independizarse y el ser económicamente autónomos. Estas personas han desarrollado una nueva forma de buscar empleo, de enfrentarse a una entrevista de trabajo y de abrirse paso en un mercado laboral que se verá obligado a cambiar ante la irrupción de las generaciones Z y Millennial.
Así ven ellos el futuro
Las generaciones Z y Millennial tienen muy claro lo que les preocupa de cara al futuro. En primer lugar, un 32% de los jóvenes que forman parte de estas dos generaciones coincide en que la capacidad para encontrar un puesto de trabajo es su mayor preocupación, seguida, con un 16%, del coste de la educación, que preocupa más a la Generación Z (21%) que a la Generación del Milenio (13%). En tercer lugar, los jóvenes se muestran preocupados por su futura situación económica, al menos así lo muestra el 13% de ellos. De la misma forma, y también el 13%, cree que no le será fácil poder independizarse.
Ya en menor medida, el 6% de estos jóvenes admite tener cierta incertidumbre ante la futura situación económica, el 3% tiene miedo a verse obligado a volver a casa de sus padres, y al 1% le preocupa no disponer de un seguro médico privado.
Las aspiraciones de estas generaciones una vez finalizados sus estudios universitarios son diversas. Una de las más repetidas es la estabilidad financiera, que es la mayor aspiración para el 31% de estos jóvenes. Llama la atención que sólo el 4% de los Millennials lo considere prioritario a corto plazo y que para la Generación Z, en cambio, sea relevante para el 29%.
A la estabilidad económica le sigue la consecución de sus sueños o metas profesionales, que es lo que espera poder conseguir el 28% de ellos. En este punto existe de nuevo un desacuerdo entre ambas generaciones. La más joven se muestra más preocupada por ello que su predecesora (32% frente al 24%).
Casarse sigue siendo un aspecto importante en la vida de estos jóvenes. Tanto es así, que ésta es la mayor aspiración del 10% de ellos. En la misma proporción, el 10% espera continuar sus estudios después de la universidad. Le siguen, de lejos, viajar (6%) y tener una familia (4%).
A diez años vista, las aspiraciones de ambas generaciones pueden resumirse en tres puntos: estabilidad económica, que es prioridad para el 69% de ellos; alcanzar sus metas y sueños profesionales, fundamental para el 62%, y, en menor medida, casarse, importante para el 36%.
Una vez más, aparecen discrepancias entre las necesidades de un grupo y otro. La Generación Z antepone el éxito de su carrera profesional a cualquier otra aspiración, mientras que los Millennials se quedan con la estabilidad económica.
El empleo que creen que tendrán y el que querrían tener
A pesar de que muchos aspectos les preocupan, casi 8 de cada diez estudiantes (el 79%) son optimistas y creen que encontrarán un trabajo en menos de cinco meses. De hecho, el 42% cree que lo conseguirá en menos de tres meses y el 36% confía en conseguirlo en un plazo de tres a cinco meses.
Sin embargo, el 16% de ellos no ve factible encontrar empleo en tan poco tiempo y ve más probable conseguirlo en un plazo de entre 6 y 12 meses. Los más negativos, el 5%, creen que les costará más de un año encontrar un empleo.
En la misma línea, la mitad de los jóvenes encuestados se sienten optimistas a la hora de buscar un empleo, mientras que, sólo el 6%, se siente derrotado.
De su primer empleo, un 36% de los jóvenes espera tener oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, aunque el porcentaje es mayor en los Millennials (41%), que en la Generación Z (30%).
Un 19% también espera tener cierta estabilidad y el mismo número de jóvenes aspira a tener un trabajo satisfactorio.
El 10% de ellos quiere disfrutar de un buen ambiente laboral durante su primer trabajo (10%), mientras que el 7% lo que busca es tener un horario flexible. En menor proporción, un 6% de los integrantes de estas generaciones piensa en tener un salario elevado, y el 1% busca trabajar en una empresa que ofrezca programas de responsabilidad social corporativa.
Es curioso que el 70% de los jóvenes de las generaciones Z y Millennial prefiera la estabilidad laboral a un trabajo que realmente les apasione.
Los jóvenes de estas dos generaciones creen que su primer empleo no debería durar más de tres años, o al menos así lo ha expresado el 83% de ellos. Sin embargo, el 27% apuesta por no alargar este período más de doce meses.
Para lograr ese primer trabajo, este colectivo apuesta por Internet como principal herramienta de búsqueda de empleo. Así lo ha reflejado el 31% de los encuestados. Sin embargo, las universidades o centros de estudios son su segunda opción (29%), seguidas de las redes de contactos, los familiares y los amigos, que siguen siendo una buena vía para incorporarse en el mercado laboral (18%).
Otra parte de estos jóvenes, concretamente el 5%, apuesta por acudir a las asociaciones o colectivos de profesionales a la hora de buscar empleo en su sector. Y a pesar de la tendencia creciente de utilizar como herramientas de empleo las redes sociales, son sólo el 5% los que las utilizan como vía principal.
En último lugar, el 3% opta por acudir a las agencias de colocación para agilizar el proceso e incorporarse cuanto antes al mercado laboral.
¿Están preparados para entrar en el mundo laboral?
Mientras que más de la mitad de los estudiantes (61%) dedican parte de su tiempo a buscar un empleo, una mayoría lo dedica a actividades de entretenimiento como pasar el tiempo con amigos y familia (97%), ver la televisión (95%) o participar en las redes sociales (93%). De todos ésos que destinan parte de su tiempo libre a buscar trabajo, el 45% sólo lo hace durante 4 horas o menos. De media los jóvenes de ambas generaciones destinan 2 horas al día para la búsqueda de empleo, la mitad del tiempo que invierten en redes sociales.
Cuando se les pregunta acerca de si creen que la universidad está haciendo lo suficiente para prepararles para el mundo laboral, las opiniones son diversas. Por un lado, el 32% está satisfecho con la labor realizada por su universidad, aunque esta cifra es mayor en el caso de la Generación Z (38%) que de los Millennials (28%).
El 68% restante que no está de acuerdo con la forma de proceder de los centros de estudios propone medidas para mejorar su empleabilidad: El 30% propone un temario que se adapte a la realidad de las empresas. El 18% cree que mejoraría su empleabilidad con prácticas y el 15% cree que la solución puede estar en las ayudas a la hora de elaborar el currículum o de preparar las entrevistas de trabajo. Y, por último, una minoría propone crear redes de alumnos (13%), realizar desayunos de trabajo o talleres (12%).
Los aspectos que destacan en sus entrevistas de trabajo
Respecto a las entrevistas de trabajo, el 57% de los jóvenes de las generaciones Z y Millennial afirma que los aspectos más importantes a destacar son las habilidades personales como la agilidad, el carisma o la ambición, mientras que el 43% asegura que son más importantes las habilidades técnicas como la experiencia profesional o el conocimiento del sector.
En cuestión de géneros, los hombres encuestados han calificado el conjunto de habilidades por igual, mientras que las mujeres afirman que son más importantes en una entrevista laboral las habilidades personales (63%) que las habilidades técnicas (37%).
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