La calidad de vida como factor clave todavía inexplorado en el rendimiento individual y colectivo es la visión y motor de la puesta en marcha de la primera conferencia internacional, que Sodexo celebrará en New York los próximo 5 y 6 de mayo. En su agenda destacan conferenciantes de renombre internacional en los distintos campos que conforman la calidad de vida, desde Jon Kabat-Zinn, padre del Mindfulness en Estados Unidos, en la actualidad, en plena expansión en España, a Ricardo Semler, presidente de la mítica Semco, empresa visionaria por su sistema de gestión; a Mari Kiviniemi, vice secretaria general de la OCDE y ex primera ministro de Finlandia, la neurocientífica Susan Greenfield, Earvin “Magic” Jonhson, en nombre de su fundación, o Michel Landel, CEO de Sodexo, entre una treintena larga de “speakers” del mundo de la empresa, la ciencia, los medios de comunicación, la salud, el medio ambiente o la política, que indagarán sobre cómo crear y fomentar una economía equilibrada, inclusiva y sostenible -más humana-, donde el bienestar de las personas sea el centro de los intereses políticos y sociales.
En el entorno laboral, para Sodexo, la calidad de vida es la diferencia entre una organización excelente y otra corriente. La diferencia entre unos resultados por encima de las expectativas frente a leves crecimientos, a menudo fruto de ajustar costes. La diferencia entre vivir con satisfacción y sentido de pertenencia frente a la insatisfacción normal en muchas organizaciones, aquejadas de la epidemia del siglo XXI: falta de compromiso.
Según Gallup Global Workforce Report 2013, el 87% de la fuerza de trabajo mundial tiene niveles de compromiso con amplias posibilidades de mejora. El informe señala que los empleados desvinculados activamente – aquellos que están emocionalmente desconectados e incluso hostiles hacia su empleador – superan en casi dos a uno a los empleados dedicados. Y esta tendencia va en aumento.
Las seis dimensiones de la calidad de vida
Sodexo, resultado de una extensa investigación y análisis unido a casi 50 años de experiencia en ofrecer servicios ligados a la calidad de vida en el trabajo, ha detectado las seis dimensiones esenciales de la calidad de vida en el trabajo:
La interacción social. Son los factores que fortalecen los vínculos entre los individuos y facilitan el acceso a actividades o eventos. De hecho, hay estudios que demuestran que tener un amigo en el trabajo mejora la participación hasta un 50% y las personas con un buen amigo son siete veces más propensas a participar plenamente en su trabajo. Ahora la pregunta es cómo se logra una cultura de camaradería y compromiso. Recientemente, en su blog Sodexo analizaba cómo una cultura arraigada en la contribución al bien común es un poderoso catalizador, junto con la percepción de que los empleados son valorados y respetados. Ambos hechos conducen a la camaradería que fomenta el compromiso: un círculo virtuoso para el éxito.
La facilidad y la eficiencia. Es la capacidad para dedicar toda la atención a la tarea a realizar y llevarla a cabo con facilidad, eficiencia y el mínimo de interrupciones. Esta dimensión tiene que ver tanto con el entorno físico cómo con el diseño de objetivos y medios para lograrlos, así como con la calidad del liderazgo y dirección. De hecho, Teresa Amabile afirma: “Los días en los que los trabajadores sienten que están progresando en sus trabajos, o cuando reciben ayuda para superar obstáculos, sus emociones son más positivas y su capacidad de éxito se encuentra en su punto máximo.”
Entorno físico. Los factores que contribuyen a un confort personal y sentido de bienestar hacen la diferencia entre un lugar que permite la concentración y creatividad a otro que va en su contra. El Modelo del Estrés Ambiental y sus Resultados en la Salud (ESHO, por sus siglas en inglés) estudia cómo la exposición a ciertos factores de estrés del entorno (por ejemplo, iluminación inadecuada, calor, aire acondicionado, flujo de aire, nivel de toxinas y ruidos) acarrea daños para la salud. El Informe Tendencias Laborales en 2014 analiza extensamente cómo el entorno físico contribuye al bienestar o al malestar de las personas.
Crecimiento personal. Todo lo que permite a un individuo aprender y avanzar es imprescindible para mantener y aumentar la motivación. Ya en 1958 Frederick Herzberg preguntó a una multitudinaria muestra las siguientes preguntas: ¿Cuándo se ha sentido satisfecho en el trabajo? ¿Cuándo se ha sentido insatisfecho en el trabajo? Herzberg descubrió que los factores que contribuían a la satisfacción no eran, en realidad, opuestos a los que llevaban a la insatisfacción. Descubrió que el 81% de los factores que contribuían a la satisfacción laboral eran motivadores, y facilitaban el crecimiento y el desarrollo; mientras que el 69% de los factores que provocaban insatisfacción laboral eran factores de higiene, como el salario o las relaciones interpersonales.
Reconocimiento. Son los factores que contribuyen a que las personas tengan la sensación de que verdaderamente son valoradas y apreciadas. Cuando en las organizaciones el reconocimiento es incuestionable la tasa de retención aumenta un 21%, los beneficios son hasta un 27% superiores, y las ventas un 50% más altas. Los programas de reconocimiento eficaces tienen que ser coherentes, justos y representar los valores corporativos, según Mia Mends, Sodexo CEO of Benefits & Rewards USA.
Salud y bienestar. Promover un estilo de vida saludable a través de una dieta equilibrada, actividad física y atención plena es la medicina contra el estrés en las organizaciones, auténtica pandemia en este primer tercio de siglo. Numerosos estudios confirman que la presión y el miedo relacionado con la vida laboral son, de lejos, la fuente por excelencia de estrés para la mayoría de las personas. Pero la realidad es que vivir con altos niveles de estrés o ansiedad repercute negativamente en la calidad de vida de las personas, aumenta el riesgo y la gravedad de muchos problemas de salud, incluyendo enfermedades del corazón, obesidad, depresión y diabetes. De hecho, el estrés afecta a la rentabilidad más negativamente de lo que una organización suele pensar y se puede permitir. Entre las posibles soluciones, el Informe Tendencias Laborales 2015 ahonda en los programas con Mindfulness, ya que están proporcionando a las empresas enfoques innovadores para mejorar su cuenta de resultados, consiguiendo simultáneamente una fuerza de trabajo con habilidades para manejar el estrés y las emociones, así como hacer cambios de estilo de vida y beneficiarse de un mejor clima laboral.
La calidad de vida en el trabajo hace la diferencia y es la clave del bienestar de las personas, lo que resulta en compromiso y productividad. Construir culturas corporativas que tiendan a la felicidad es el reto de las organizaciones excelentes. La buena noticia es que estas seis dimensiones dibujan el mapa que puede hacer de la utopía realidad.
Apuesta por la Calidad de Vida
La apuesta por la calidad de vida de Sodexo es sin fisuras. Además del congreso mundial, creó en marzo de 2014 el primer Observatorio de Calidad de Vida, una plataforma en línea, concebida para detectar y evaluar los factores que contribuyen de manera decisiva a la mejora la calidad de vida de las personas, en entornos tan diferentes como grandes compañías, escuelas, universidades, hospitales o, incluso, prisiones.
También apoya a la OCDE en la creación del índice para una vida mejor que permite visualizar y comparar los factores clave (educación, vivienda, salud, medio ambiente y otros) que contribuyen al bienestar y la calidad de vida de los países de la OCDE.
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