Los representantes de la patronal CEOE-Cepyme y los sindicatos CC.OO. y UGT se volverán a sentar hoy a negociar el pacto de salarios que se comprometieron a cerrar antes de que acabe enero. Se trata de una reunión clave en la que, según coinciden las partes, podría producirse un preacuerdo o, al menos, un gran paso hacia su consecución.
En primer lugar, fuentes consultadas por Europa Press señalan que, a falta de cerrar «flecos» en asuntos periféricos del que debe ser el III Acuerdo Interconfederal para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para el periodo 2015-2016, la reunión de hoy será un «monográfico» sobre salarios.
Desde el ámbito sindical señalan que los empresarios han flexibilizado sus posiciones y han abierto cauces para el acuerdo, mientras que desde el ámbito patronal también se habla de «optimismo».
Lo cierto es que, bajo el diagnóstico de que es preciso mejorar los actuales salarios, los sindicatos hablan de recuperar el poder adquisitivo perdido durante la crisis, mientras que la patronal considera que el objetivo principal debe ser la creación de empleo.
Pese a los buenos datos de empleo con los que se ha cerrado 2014, fuentes empresariales recalcan que cualquier incremento salarial debe hacerse desde la «prudencia», lo que en términos de propuesta de subidas se traduce en «moderación».
LA ESPINOSA CUESTIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD
Otra de las diferencias gira en torno a la productividad. Los sindicatos quieren incorporar a la fórmula de revalorización salarial que se acuerde tanto el IPC como la productividad, por lo que optan por subidas salariales diferenciadas por sectores o empresas que tengan en cuenta el incremento de la productividad correspondiente. Es una forma, en su opinión, de garantizar que la recuperación económica se reparte entre los trabajadores.
Si bien, para los empresarios la productividad es un término «perverso», puesto que ésta puede incrementarse en una empresa por el efecto de una serie de despidos. «La productividad plantea disfunciones», añaden.
Para los empresarios, lo ideal sería tomar todo aquello que funcionó del anterior acuerdo y revisar los aspectos problemáticos. Así, CEOE-Cepyme piden que se mantenga la dinámica de subidas salariales en torno al 0,6% actual, ya que, en su opinión, esta moderación salarial está permitiendo que las empresas vayan recuperando el aliento y saliendo de la crisis, pero simplificando la fórmula que hay detrás y que referenciaba este porcentaje a indicadores como el precio del barril de Brent.
En este nuevo AENC, los empresarios se decantan por vincular los salarios a un indicador más «actualizado, más comprobable, más claro», como el del PIB. Ahora bien, insisten en la llamada a la prudencia y señalan que, aunque el PIB llegue a crecer un 3% en 2015, como señala el Gobierno, ello no es un crecimiento económico que doble el de 2014 y, por tanto, los salarios no pueden tampoco pasar a crecer más de un 1%.
«Es razonable subir salarios, pero con cautela porque doblar la subida salarial sería estar lejos de la realidad de las empresas, en las que la productividad y la facturación no se ha duplicado», añaden las mismas fuentes, que, sin dar por cerrada una propuesta, hablan de incrementos salariales tope del 0,8% o el 0,9%.
Finalmente, esta es otra de las diferencias que arrastran las partes negociadoras: los sindicatos no quieren topar las próximas subidas salariales, sino establecer fórmulas que lleven a incrementos salariales significativos allí donde sea posible, mientras que los empresarios quieren poner cifras en el papel al entender que «de no hacerlo, las recomendaciones del AENC no servirían de nada posteriormente a los negociadores de los convenios colectivos». «Si no marcáramos una referencia, habríamos trabajado en balde», sentencian.
Los comentarios están cerrados.