Galatea Terapias, la Escuela y Centro de Salud y Bienestar, propone algunas soluciones para acabar con el síndrome postvacacional, un trastorno que afecta a más de la mitad de los trabajadores.
El fin del verano llega y, con él, toca despedirse de las piscinas, playas, montañas… en definitiva, de la vida sin horarios, sin preocupaciones y sin estrés. Ahora hay que enfrentarse al trabajo, las obligaciones y la rutina. Para más de la mitad de los ciudadanos asimilar este cambio se puede convertir en un problema con síntomas como insomnio, cefaleas, cansancio o apatía.
Son muchas las tácticas para no caer en este estrés postvacacional: no volver del lugar de vacaciones justo el día antes de reincorporarse, no cargarse de trabajo desde el primer día, intentar dormir 8 horas y tener un pensamiento positivo, entre otras. Pero, a veces, estas técnicas preventivas no son suficientes. Por ello, Galatea Terapias propone cuatro métodos con los que acabar con el síndrome postvacacional:
- Flores de Bach: terapia reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Son preparados naturales de flores silvestres, cuyas propiedades terapéuticas estudió el médico Edward Bach. Descubrió el potencial energético de 38 plantas, capaz de hacer frente a estados emocionales como la tristeza, la ansiedad, la depresión, la culpa, la inseguridad, los complejos o los miedos, algo esencial para la vuelta al trabajo.
- Risoterapia: técnica psicoterapéutica que produce beneficios mentales y emocionales a través de la risa. Esto ayudará a que los pensamientos negativos y la vuelta al trabajo no sean una carga, y se vea todo desde un punto de vista más positivo. Se consigue mejorar en salud y en rendimiento profesional.
- Cuencos tibetanos: método que, a través de sonidos armónicos producidos durante un tiempo, logra reducir el estrés, aumentar la energía corporal y alcanzar una sensación de bienestar físico y mental que tanta falta hace al regresar de las vacaciones.
- Reflexología podal: consiste en masajear los pies correctamente, encontrando los puntos reflejos para mejorar dolencias que pueden aparecer al volver al trabajo (dolor de espalda, cuello o piernas). Además de contribuir a la relajación, impide que el estrés de la vuelta a la rutina afecte al bienestar físico.
Volver de vacaciones es más sencillo con estos métodos y con una actitud positiva como la de Voltaire, que definía el trabajo como “una forma de ganarse la vida que nos proporciona la oportunidad de ser útiles a la sociedad a la que pertenecemos”.
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