La empresa española MRC International Training ha alcanzado un acuerdo con la firma canadiense MHS para implementar en sus entrenamientos el test Emotional Quotient Inventory (EQ-i 2.0). Este test mide un conjunto de componentes o factores emocionales y sociales que influyen en el modo en que las personas se perciben, gestionan y entienden sus emociones, elementos que influyen en su capacidad de reaccionar profesionalmente de mantener relaciones sociales, enfrentarse a los retos y utilizar la información emocional de modo efectiva. En palabras del Presidente de MRC, Manuel Tallada, “una evaluación de este calado emocional tendrá efectos directos sobre el ROI de muchas compañías del tejido empresarial español”.
Al integrarlo en sus trainings en el ámbito de la empresa, los entrenadores de MRC brindan al participante su “fotografía emocional”, que le revela los factores emocionales que necesita mejorar, poniéndolos en relación con las competencias profesionales que impulsará a través de ellos.
Como explica Rufino Pozuelo, CEO de MRC, “a partir de los años 40, y sobre todo desde mediados de los 90, con la popularización del concepto inteligencia emocional por parte de Daniel Goleman, se ha asumido que las aptitudes cognitivas no pueden ser el único factor válido para medir la inteligencia humana”. Desde sus inicios, MRC ha incorporado a su trabajo con personas y organizaciones conceptos que resultaban novedosos en su momento, como las actitudes y comportamientos, o el peso de la inteligencia emocional y social sobre la tradicional. Con el uso del EQ-i 2.0, se da un nuevo paso al ayudar a los profesionales “a mejorar los skills mucho más importantes que el conocimiento técnico, como la capacidad de influir en los demás, de crear equipo e, incluso, de emocionar y entusiasmar”, asegura Robert Karro, Socio-Director de MRC International Training.
Liderazgo y trabajo en equipo
El test analiza más de 100 ítems que se corresponden con 15 factores agrupados en 5 categorías: la percepción de uno mismo, la expresión de sí mismo, interpersonal, toma de decisiones y manejo del estrés. Dentro de cada categoría se evalúan cuestiones como la visión de uno mismo, la independencia de criterio, la empatía, la prueba de la realidad (capacidad de conservar la objetividad) o la tolerancia al estrés.
“Tras interpretar los resultados, le ofrecemos a la persona que ha realizado el test esa foto emocional que le señalará los factores a desarrollar, descubriéndole su potencial para conseguir sus objetivos profesionales y personales”, explica Karro. El test se puede aplicar a medir el Trabajo en equipo o el Liderazgo. Además, el participante puede solicitar el test complementario 360º Liderazgo. En este último se elige a varias personas (que pueden ser jefes, compañeros del mismo nivel profesional y miembros de su equipo) para que también evalúen a la persona. De este modo se analiza si el concepto que tenemos de nosotros mismos casa con el que perciben los demás.
Esquivando el principio de Peter
El EQ-i 2.0 es útil para que los profesionales de recursos humanos creen programas de desarrollo personalizado que mejoren las habilidades emocionales y el desempeño de los empleados, los equipos y, por extensión, de toda la compañía. Del mismo modo, resulta una herramienta idónea para asignar funciones en una empresa, esquivando el conocido como principio de Peter, que se produce cuando se promociona a un buen trabajador a un puesto de responsabilidad para el que no ha sido preparado. También es de utilidad en los procesos de selección de personal, ya que predice las posibilidades de éxito de un candidato y a dónde enfocar sus esfuerzos, ya que la correcta evaluación de los factores de la inteligencia emocional aporta una visión equilibrada del potencial de una persona para desarrollar con éxito una tarea o puesto concreto.
Trabajando con los líderes del futuro
Uno de los grandes sectores donde tiene un gran campo de implantación y donde ya ha comenzado a utilizarse es en las instituciones académicas profesionales y de gestión de nivel superior, donde el centro de atención está en la formación de los futuros líderes. Como explica Helen Jarvis, International Partner Relations Consultant de la firma canadiense MHS “tras este test hay más de 10 años de investigación sobre cómo la IE está conectada con el bienestar del estudiante. Este exhaustivo test les permite conocer en profundidad sus emociones y las de los demás, enfrentarse mejor al estrés, ser menos impulsivos, ser más positivos sobre sí mismos, establecer relaciones interpersonales de mayor calidad y disfrutar de la vida. En definitiva, les prepara para enfrentarse mejor a las exigencias del entorno y a construirse como líderes”.
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