La Asociación Española de la Banca (AEB) elegirá previsiblemente la próxima semana a José María Roldán como sucesor de Miguel Martín para dirigir la organización durante los próximos cuatro años, tras la fuerte polémica generada con el ministro de Economía, Luis de Guindos.
Tras la propuesta del consejo general, la asamblea general de la AEB tendrá que ratificar el nombramiento del exdirector general de Regulación del Banco de España este martes, 22 de abril. Roldán cuenta con el respaldo de los grandes bancos y cumple con «todos los requisitos legales exigibles», según apunta la patronal.
Esta puntualización de la banca sobre la idoneidad de Roldán para ocupar el cargo se produce después de la polémica surgida en torno a su nombramiento. Cuando la candidatura del exalto miembro del Banco de España se hizo pública en octubre de 2013, Guindos expresó su malestar. Este hecho se consideró por los grandes de la banca como «inaudito» y les llevó a reivindicar que la AEB es una entidad privada cuyos órganos de gobierno toman sus decisiones de forma autónoma.
José María Roldán ha encabezado la Dirección General de Regulación y Estabilidad Financiera del Banco de España desde octubre de 2000 a octubre de 2013. También ha sido economista del Servicio de Estudios del Banco de España y consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El Gobierno consideraba que no era «estético» que un miembro del regulador pasase a defender los intereses de los que hasta hace poco eran sus regulados, ante el temor de que se extendiera la sombra de la duda de que estaba trabajando con la perspectiva de luego cruzar a la orilla de los supervisados.
También insistía en que la interlocución con el sector, vital en estos momentos en los que debe someterse al escrutinio de las pruebas de estrés como antesala del supervisor único europeo, podía verse seriamente resentida, informaron a Europa Press en fuentes próximas al Ejecutivo.
REVISIÓN DEL RÉGIMEN DE INCOMPATIBILIDADES
La polémica surgida por el nombramiento de Roldán llevó al Banco de España a revisar el régimen de incompatibilidad de los directores generales de la institución, que impide incorporarse a entidades sujetas a la supervisión durante un período de seis meses tras el cese en el cargo. Este régimen no afectaría por tanto a Roldán, que abandonó la institución en octubre de 2013.
El organismo constató diferencias en la regulación aplicable a los directores generales con la normativa general del sector público estatal, con lo que considera «conveniente» abordarla también siguiendo los criterios aplicados por el BCE.
El régimen de incompatibilidades aplicable a los directores generales del Banco de España está fijado en el Reglamento Interno del Banco de España desde 1996, cuando se estableció una incompatibilidad absoluta para incorporarse a entidades sujetas a la supervisión del Banco de España durante un período de seis meses posterior al cese en el cargo.
En el caso del gobernador y del subgobernador, dicho régimen es más restrictivo, a diferencia de lo establecido para los altos cargos del sector público estatal, si bien durante un período inferior. En concreto, impide a los directores generales del Banco de España realizar cualquier actividad relacionada con el sector bancario, aunque no hubieran adoptado acuerdo alguno respecto a la entidad a la que pretendan incorporarse.
El Banco de España advirtió en noviembre de 2013 de que esta limitación afecta igualmente a la posible incorporación de los directores generales del Banco de España a cualquier asociación representativa de entidades de crédito.
Miguel Martín renunció a optar a un tercer mandato al frente de la patronal bancaria. Martín, de 70 años de edad, comunicó esta renuncia a los grandes bancos a finales de 2012.
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