El Producto Interior Bruto (PIB) de China experimentó en los tres primeros meses del año una expansión del 7,4%, tres décimas por debajo del dato del cuarto trimestre de 2013 y el ritmo de crecimiento más bajo del gigante asiático desde el tercer trimestre de 2012, según los datos publicados la Oficina Nacional de Estadística de China, que superaron ampliamente las expectativas del consenso de analistas.
Entre enero y marzo, la economía china alcanzó los 12,82 billones de yuanes (1,48 billones de euros), lo que representa un alza del 7,4% respecto al mismo periodo de 2013.
En este sentido, Sheng Laiyun, portavoz de la oficina estadística, apuntó que esta ralentización «refleja la transformación económica», pero no supone un cambio en la tendencia fundamental de la economía.
Entre los datos suministrados, la producción industrial china en el primer trimestre registró un aumento interanual del 8,7%, mientras que la inversión en activos fijos creció un 17,6%, con un alza interanual del 16,8% de la inversión en vivienda.
Por su parte, durante los tres primeros meses de 2014 el valor de las exportaciones chinas disminuyó un 3,4% interanual, mientras que el de las importaciones aumentó un 1,6%.
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