Las negociaciones que tenían lugar en Potsdam entre los pilotos y la aerolínea Lufthansa no han llegado hasta dónde los pilotos querían, y por eso irán a la huelga el miércoles, jueves y viernes de esa semana.
De este modo, la compañía alemana se ve obligada a cancelar 3.800 vuelos, lo que afecta a 425.000 pasajeros de Lufthansa, Lufthansa Cargo y Germanwings, aunque estas mantienen a diario en torno a 1.800 conexiones con otras compañías, por lo que la lista de afectados se extenderá seguramente a nivel mundial.
El motivo de la huelga es la negativa de la empresa a aceptar las subidas salariales que exigen los pilotos y que ha sido votada por el 99,1% de los miembros del sindicato en referéndum. El sueldo base de un piloto de Lufthansa recién incorporado a la empresa y sin apenas experiencia es de cerca de 55.000 euros anuales, mientras que los que tienen más horas de vuelo acumuladas llegan a ganar más de 250.000 euros al año.
La directora de personal de Lufthansa, Bettina Volkens, que estrena su cargo con este conflicto, ha lamentado la «inexplicable decisión habiendo un proceso de negociación en curso» y ha afirmado que la empresa se prepara para pérdidas millonarias «que no ayudarán en absoluto a mejorar las condiciones financieras que pudieran, en el futuro, dar lugar a subidas salariales».
Los pilotos han decidido ir a la huelga empujados no sólo por el conflicto laboral sobre el próximo aumento de salarios, sino también sobre las jubilaciones en la empresa y las condiciones de los pilotos que se retiren antes de los 65 años. Y aseguran que extenderán, si es necesario, la huelga a Semana Santa.
Previa huelga de servicios en Frankfurt
Esta huelga llega solo unas jornadas después de la huelga de servicios de aeropuertos que provocó el miércoles y jueves la cancelación de cerca de 600 vuelos de Lufthansa y donde el aeropuerto de Frankfurt fue el principal afectado.
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