Las deducciones fiscales por actividades de I+D+i facilitan la generación de entornos favorables a la innovación, reduciendo algunas de ellas considerablemente el coste fiscal de las empresas. La administraciones públicas consideran este tipo de instrumentos financiación indirecta de proyectos de I+D+i, por su capacidad para activar inversiones privadas y generar conocimiento. Según refleja Indizea, Índice Vasco de Innovación, las desgravaciones fiscales generan “beneficios indirectos en el conjunto de la economía a través de un efecto desbordamiento, o spill over, de dicho conocimiento”.
Así se ha puesto de durante la celebración de la jornada “Oportunidades fiscales de la I+D+i”, organizada en el marco de Los Martes de Innobasque con la colaboración del Grupo Spri e Inorcon, donde también se ha ahondado en las ventajas de la Patent Box. Han participado Miguel Angel Calle, presidente del Registro del Colegio Vasco de Economistas; Ángel Adell, director general de Euradia International; Patricia Hidalgo, directora de Desarrollo de Global Approach Consulting; Juan Luis García de Leaniz, de Inorcon; Susana Larrea, del departamento de Tecnología del Grupo Spri; Juan Mendizabal, socio fundador de Ikatz; Iñaki Bartolomé, director general de Ideable Solutions; Agurtzane Renteria, de Aenor y Txema Villate, director general de Innobasque, Agencia Vasca de la Innovación.
Las administraciones vascas respaldaron la I+D aproximadamente en un 0,39% del PIB, siendo la inversión directa un 0,245% el PIB y un 0,145% la indirecta. Estos porcentajes son muy superiores a los de países como Estados Unidos, Corea del Sur, Alemania o Reino Unido, “demostrando la apuesta estratégica de Euskadi por las industrias de valor añadido”. A pesar de estas cifras, recogidas en Indizea-Índice Vasco de Innovación, y el atractivo fiscal que representan, muchas pequeñas y medianas empresas no recurren a las deducciones fiscales por desconocimiento o por la complejidad que supone gestionar estas iniciativas.
Una de ellas es Patent Box, incentivo fiscal que consiste en la aplicación de una reducción del Impuesto de Sociedades sobre las rentas procedentes de determinados intangibles desarrollados por la empresa. Esta herramienta premia la innovación y ayuda a que las empresas identifiquen su propiedad intelectual, no sólo patentes o tecnología, sino también diseño, experiencias comerciales o industriales, es decir, cualquier innovación que repercuta en un beneficio económico para la organización. Además, es compatible con otras deducciones, préstamos o subvenciones.
La empresa de fografía Ikatz e Ideable Solutions, del sector de la TIC, han aportado una visión más aplicada de este asunto explicando qué tipo de incentivo utilizó cada uno y explicando a qué dificultades tuvieron que enfrentarse y qué ventajas obtuvieron a cambio.
Txema Villate, director general de Innobasque, ha aprovechado esta jornada para anunciar que el Gobierno Vasco declaró la Agencia Vasca de la Innovación de utilidad pública según Decreto 446/2013 de 19 de noviembre de 2013, por considerar “que contribuye a la promoción del interés general mediante el desarrollo de sus actividades”. Esta calificación conlleva también aspectos positivos desde el punto de vista fiscal, de manera que las donaciones y aportaciones de terceros a la organización se pueden acoger a los incentivos fiscales al mecenazgo, de acuerdo con la normativa vigente en cada territorio histórico.
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