El exministro socialista de Trabajo y portavoz económico del PSOE en el Congreso, Valeriano Gómez, ha calificado este viernes de «respetable» la decisión del Tribunal Constitucional de avalar algunos puntos de la reforma laboral, pero ha recordado que todavía hay muchas cuestiones pendientes de esta ley, recogidas en el recurso que presentó su partido, sobre las que el Tribunal debe pronunciarse.
En concreto, Gómez ha señalado, en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, que en el recurso de inconstitucionalidad contra la reforma laboral presentado por el PSOE se hace especial hincapié en el periodo de prueba de un año que esta ley establece para el contrato de apoyo a emprendedores, un periodo de prueba que, según el exministro, es «expresamente contrario» a la Constitución.
Otros aspectos sobre los que el Tribunal Constitucional también deberá pronunciarse y denunciados en el recurso socialista son los referentes a la «inclinación» que, en opinión de Gómez, existe en la norma a favor de los empresarios en una materia tan importante como la negociación colectiva. «Hay un desequilibrio claro a favor del empresario», ha subrayado.
El tercer punto sobre el que el diputado socialista quiere que se pronuncie el TC es sobre el hecho de que la reforma laboral sólo deje acometer despidos en las administraciones públicas y no permita ejecutar expedientes de regulación de empleo (ERE) de suspensión de contrato y reducción de jornada. «Estas cosas son las que están en nuestro recurso de inconstitucionalidad», ha explicado.
En todo caso, Valeriano Gómez tiene claro que si el PSOE recupera el Gobierno de España, «una de sus primeras decisiones» será la derogación de la reforma laboral porque, a su juicio, en los dos años que lleva en vigor ha sido un «enorme fracaso».
Así, el exministro ha subrayado que en 2012 se produjeron el doble de despidos colectivos que en 2009, que hay un millón menos de afiliados a la Seguridad Social, que los salarios se están «deteriorando y mucho», y que cuatro millones de trabajadores han dejado de estar protegidos por un convenio colectivo.
Gómez ha señalado que su partido derogaría la reforma para modificarla, ya que algo «habrá que dejar». Su intención es establecer un modelo en el que el empresario no pueda hacer «lo que le dé la gana», como sucede ahora, sino ir hacia un modelo más equilibrado, como el alemán, donde empresarios y trabajadores son «cómplices» de las decisiones.
Preguntado por las recomendaciones a España de instituciones internacionales como el FMI y la OCDE sobre la necesidad de seguir ahondando en la reforma laboral, Gómez ha afirmado que llevan más de tres décadas diciendo «lo mismo».
«No hace falta ser un gran oponente a la reforma laboral para saber que este tipo de medidas han resultado ser un enorme fracaso», ha dicho Gómez, que ha insistido también en que las normas laborales son mucho más eficaces cuando son negociadas y no impuestas.
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