La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) estima que en el cuarto trimestre de 2013 se registró una pérdida neta de alrededor de 140.000 empleos en España. Según el Observatorio Laboral de la Crisis que elabora la fundación, si bien en el segundo y tercer trimestres de 2013 se observó que los accesos a nuevos empleos superaron las pérdidas de empleo, entre octubre y diciembre se volvió a asistir a una pérdida neta de empleo.
El número de individuos que perdieron su empleo en el cuarto trimestre supera al de aquellos que han accedido a un puesto de trabajo, apuntan. En concreto, señalan que 1.308.862 individuos que estaban ocupados han perdido su empleo, mientras que 1.167.574 individuos que se encontraban sin empleo en el trimestre anterior han accedido a uno.
Desde Fedea indicaron que las mujeres se enfrentan a mayores dificultades laborales, no sólo porque sufren un mayor riesgo de pérdida de empleo, sino que también se enfrentan a más problemas para acceder al mercado laboral.
Lo mismo sucede, según la organización, para los menores de 25 años, que soportan un «mayor riesgo de pérdida de empleo y una vez en el desempleo, se enfrentan a mayores dificultades de acceso» a un puesto de trabajo. Según Fedea, la educación universitaria ejerce como efecto «protector» de la pérdida de empleo a la vez que tiene un efecto «propulsor» para acceder al mercado laboral.
Más contratos con jornada parcial
Por otra parte, el Observatorio recoge que la jornada parcial aumenta su presencia en el acceso a un empleo. Así, de cada 100 nuevos empleados, 37 han accedido a un trabajo con jornada parcial, de los que 30 son mediante un contrato temporal y 7 mediante uno indefinido. Para la fundación, hay que «estar atentos a la evolución de la jornada parcial». Por una parte, explican, a corto plazo podría ayudar a repartir mejor el empleo mientras la demanda sea «tenue». Sin embargo, «a medida que la recuperación toma pulso el uso de la jornada parcial debiera disminuir en aquellos casos en los que no es voluntaria», subrayaron. «Si no fuera el caso, estaríamos asistiendo a una agudización de la precariedad en el empleo».
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