El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha explicado que el Gobierno ha considerado necesario articular un procedimiento «más racional» que el actual. A su juicio, el nuevo sistema será «más transparente, y democrático» y hará que «las organizaciones agrarias tengan una mayor legitimación en su interlocución con el Gobierno de la nación».
Para ello, se creará un censo nacional, que supera al histórico de las cámaras agrarias, en el que solamente votaban los autónomos, y lo extenderá a más supuestos de agricultores. «Queremos que todo el que desarrolla una actividad agraria real en el territorio pueda tener capacidad de sufragio activo para elegir a sus representantes en el Consejo Asesor Agrario», ha dicho.
El ministro ha avanzado que las consultas se van a fijar cada cinco años y se celebrarán en un solo día. Podrán participar en las mismas personas físicas o jurídicas. Habrá mesas comarcales, que abarcarán un máximo de 1.400 electores y podrá utilizarse el voto por correo.
Las organizaciones agrarias más representativas serán las que obtengan, al menos, un 15% de los votos válidos emitidos en todo el Estado y, además, un mínimo del 5% en seis comunidades autónomas.
El Consejo Agrario sustituirá al actual Comité Asesor Agrario. La distribución de los representantes en el órgano consultivo será proporcional a los votos obtenidos en la consulta.
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