El estrés laboral continuo tiene una alta relación con los problemas de salud y con las largas estancias hospitalarias que se pueden padecer en la vejez, ha concluido un estudio llevado a cabo en Finlandia.
Esta investigación, realizada sobre 5.000 trabajadores finlandeses del sector público entre 44 y 58 años y publicada en la revista ‘Age and Ageing’, ha revelado las consecuencias que ha tenido el estrés laboral en estas personas–tanto en la parcela física como en la mental– después de que fuesen encuestadas previamente en 1981 sobre el nivel de estrés que padecían en sus puestos de trabajo en aquel año.
El estrés mental laboral puede venir de por un cumplimiento de objetivos muy apretado, por las altas demandas y por el poco control que una persona puede tener sobre su trabajo. Por su parte, el estrés físico incluye factores como sudor, falta de aliento y distensión muscular, apunta el estudio.
En este sentido, la directora de la investigación y gerontóloga de la Universidad de Jyväskylä en Finlandia, Mikaela von Bonsdorff, ha asegurado que un exceso de estrés puede ser peligros para las personas. «El estrés en el trabajo es algo que se percibe individualmente, con lo que las personas que trabajan en algo similar pueden proporcionar distintos tipos de estrés laboral. Las sensaciones ocasionales de este tipo de estrés no son necesariamente algo negativo, pero el estrés continuo sí ha sido identificado como un peligro para la salud», ha indicado.
CUANTO MÁS ESTRÉS, MÁS LARGA ES LA ESTANCIA EN EL HOSPITAL
El estudio señala que cuanto más estrés haya en la mitad de la vida de las personas, el número de días de permanencia en el hospital en caso de ser ingresado tiende a incrementar. La investigación también destaca que tanto para hombres como para mujeres, la estancia hospitalaria se incrementa en función del nivel de estrés físico de la persona, pero no sucede lo mismo con el estrés mental, donde esta relación sólo está clara en los hombres.
Además, las personas con un estrés laboral bajo pasan de media ocho días al año en el hospital, comparado con los 13 días que pasan las personas que sufren un estrés laboral alto, recoge el estudio.
«Lo interesante fue que estas relaciones eran claras cuando nos fijamos en la atención hospitalaria que tuvo lugar después de que los individuos habían cumplido 65 años, lo que indica que estas relaciones eran evidentes cuando la persona estaba en una edad avanzada, y no que la relación se debía a la atención hospitalaria que tenía lugar inmediatamente después de la evaluación inicial de la tensión laboral», ha afirmado von Bonsdorff.
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