El Parlamento Europeo en Estrasburgo ha aprobado las nuevas directivas que fijan la transición a la contratación pública electrónica en la UE, que será obligatoria para todos los estados miembros en junio de 2018.
La experiencia de países que ya han “abandonado el papel” generalizando el uso de herramientas electrónicas, como Gran Bretaña o Italia, demuestra que son un modo eficaz de prestar servicios públicos de mayor calidad, de aumentar la productividad y la transparencia, de eliminar barreras geográficas y de agilizar la tramitación.
Además, y según datos de la UE recogidos por la consultora BravoSolution, el uso de los medios electrónicos puede reducir los costes de contratación de las administraciones públicas entre un 5 y un 20%. Por ejemplo, en España el ahorro potencial en 2012 habría sido de al menos 7.200 millones de euros.
Para aprovechar estas ventajas y cumplir los plazos, hay que tomar decisiones cuanto antes. “No vale esperar”, aseguró Asunción Ramírez, Directora Comercial de BravoSolution, durante la I Jornada de Contratación en Sanidad del Hospital de Móstoles.
Según Ramírez, “es necesario disponer de plataformas y herramientas que habiliten la contratación electrónica; tener formación o los medios para formarse en las nuevas modalidades, como la subasta electrónica o los sistemas dinámicos de contratación y contar con asesoramiento para realizar la transición a la e-contratación de modo seguro y eficiente”.
Tras la publicación de las nuevas directivas en el Boletín Oficial de la UE en 2014, los estados miembros dispondrán de un plazo máximo de dos años para su transposición y legislación. La licitación electrónica será obligatoria para las centrales de contratación en 2017 y en julio de 2018, lo será para todos los estados miembros de la Unión Europea.
La tecnología ya está lista y no es una barrera
Las plataformas y herramientas están disponibles desde hace años y, además, el mercado ofrece distintas alternativas: hay que elegir la idónea según el objetivo, el presupuesto, el soporte y la modalidad de implantación.
Por tanto, “si la tecnología ya está lista y para la formación se puede contar con asesoramiento y ayuda, sólo falta plantearse esta transición como un reto político y económico”, según Asunción.
Ahorro, transparencia y eficiencia
Las herramientas electrónicas permiten licitar y adquirir una amplísima variedad de bienes y servicios en múltiples sectores: personal, suministro energético, material, vestuario, equipamiento de todo tipo, logística, etc.
Una de estas herramientas es la subasta electrónica, cuyo uso se está extendiendo por diversos sectores públicos como sanidad, defensa o educación. Distintos organismos han experimentado ya las ventajas de este procedimiento, cada vez más extendido aunque aún no generalizado en nuestro país.
Por ejemplo, el Hospital de La Paz de Madrid logró recientemente un ahorro del 18,5% respecto al presupuesto de licitación en una subasta electrónica, realizada por BravoSolution, destinada a contratar el suministro de material de laboratorio. También en este sector, la consultora realizó la primera subasta electrónica para la Conselleria de Sanitat valenciana, que concluyó con un 32% de ahorro.
Igualmente, el Ministerio de Defensa ahorró una cantidad similar en una subasta electrónica para contratar suministro eléctrico. Y en otro caso de administración pública, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) logró ahorrar un 28% en su primera subasta online, destinada a contratar la modernización de sus equipos de electrónica de red.
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