Ya llegó, ya está aquí: la cena de Navidad. Es el momento de pasarlo bien con los compañeros y, con tu jefe. Si, pasarlo bien, pero guardando las formas, que al día siguiente todos nos vemos las caras y es mejor no arrepentirse de lo dicho, ni lo hecho. Está claro que nadie quiere convertirse en la “comidilla” de los días posteriores al evento, pero, ¿Es posible aprovechar este evento para comentar algunas cosas con tu jefe que de otro modo no podrías? Sería un poco el “cosas que nunca te dije”. Mónica Mendoza, psicóloga y consultora, da las claves para aprovechar la reunión navideña y en el ambiente festivo, comentar temas que de otro modo no serían tan escuchadas.
Pedir un aumento no, pero hacerse valer, sí
Está claro que solicitar un aumento de sueldo entre brindis y brindis, no es el mejor modo de que la petición cale. Sin embargo, aunque no se quiera, los temas de trabajo salen en la conversación y, sin ser pedante, es posible aprovechar la ocasión para demostrar la valía profesional y comentar casos concretos de trabajos realizados en los que se ha requerido de un mayor esfuerzo. “No se trata de alabarse a sí mismo, sino de explicar, a raíz de lo que se esté hablando, algunos de los problemas con los que nos hemos podido encontrar en nuestro trabajo y cómo los hemos solventado de modo satisfactorio. De otro modo, nuestro jefe no se enteraría de esto, puesto que es posible que no esté en nuestro día a día”, afirma Mendoza.
Momento de conocer a otros compañeros
Hay que aprovechar todo tipo de eventos para hacer contactos, y la cena de empresa, también. Por eso, si nunca has hablado con el responsable del departamento de marketing, es momento de hacerlo. “Nunca se sabe lo que nos deparará el futuro, por lo que siempre es positivo, establecer nuevos contactos y abrirse nuevas puertas. Por eso, no conviene hablar solo con los de siempre, sino conocer gente nueva”. El networking está en todas partes y más, en ambientes profesionales, como es este tipo de eventos.
Entre “jaja y jiji”, dejar caer que el trabajo asignado es excesivo
Seguramente, si solicitas una reunión con el directivo para hablarle del aumento progresivo de la carga de trabajo y de la imposibilidad, ante tal aumento, de llevar a cabo el mismo con normalidad, puede sonar a “quejica”. Por esto, una cena de Navidad, entre risas y charla, puede ser un buen momento para “dejar caer” que el trabajo asignado es excesivo y que es necesaria una reorganización del mismo. “La clave está en no comentarlo de modo muy formal y orientarlo como un beneficio para la empresa, que, al fin y al cabo, lo es”, subraya Mónica Mendoza.
Somos una piña
Trabajáis codo con codo, son tus compañeros buena parte del día, y formáis un buen equipo. Es momento de hacerlo ver. Por este motivo, no conviene, en ningún caso, hacer comentarios negativos de otros empleados. “El trabajo en equipo es algo muy valorado y las criticas dejan más mal al que habla que no a la otra parte, al no ser que sea muy evidente el comentario y sabido por todos”.
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