Recursos Humanos RRHH Digital Más de 16.000 mujeres son militares profesionales de las Fuerzas Armadas españolas en la actualidad, “y si en 2000 representaban el 6,6%, hoy son el 12,4%”, según datos revelados en las Jornadas sobre “La incorporación de la mujer en las Fuerzas Armadas Españolas”, organizadas por la Universidad Nebrija y la Secretaría General de Política de Defensa, a través del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE).
El 7,6% de estas profesionales son oficiales, 3,5% suboficiales y 17% tropa y marinería. El empleo más alto al que ha llegado la mujer es teniente coronel, actualmente hay 11. “No por discriminación, sino porque se requiere un mínimo de años y en España la mujer se incorporó al ejército hace sólo 25 años”, según Blanca Palacián de Inza, analista del Instituto español de Estudios Estratégicos (IEEE), del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN).
Fue en septiembre de 1988, cuando la mujer española pudo acceder a las Fuerzas Armadas como personal militar, “sin que exista más diferencia que su condición fisiológica para la provisión de determinados destinos”. Y once años después, en 1999, desapareció la distinción entre sexos a la hora de ocupar destinos, y se “logra la plena integración de la mujer en las Fuerzas Armadas españolas como una realidad consolidada, según Guillermo Calleja Leal, Director de las Jornadas y profesor de la Universidad Antonio de Nebrija.
En estas jornadas –presentadas por Juan Cayón Peña, Secretario del Consejo Rector y Secretario General de la Universidad Nebrija- se han abordado muchos temas que van desde cómo se produjo su progresiva integración y que ha sido tan positiva, cómo se desarrolla su carrera militar, qué posibilidades profesionales tiene y qué funciones tan valiosas viene realizando en el marco de las misiones internacionales, hasta la exposición de vivencias personales como militar profesional en nuestras Fuerzas Armadas.
Ismael Kasrou Contioso, Vocal Asesor de la Subsecretaría de Defensa y Jefe de la Secretaría Permanente de Igualdad del Observatorio Militar para la Igualdad, MINISDEF, ha subrayado que la presencia de las mujeres en operaciones en España es de las más altas de los países de la OTAN y sus aliados, “gracias a la articulación de diferentes medidas de conciliación y movilidad ”. En Alemania la tasa de femenización es del 9,3%; Italia, 3%; Francia, 19% y Estados Unidos, 14,5%.
Blanca Palacián de Inza ha hablado sobre la perspectiva de género, en su opinión, “necesaria casa vez que hay una intervención”. Ha explicado que la mujer no sólo participa en los conflictos como miembro de las Fuerzas Armadas; “es la principal víctima de los conflictos”. Pero además, participa en ellos como miembro de grupos armados no regulares, como cooperante, como población civil (“el 90% de las víctimas son civiles, en su mayoría mujeres y niños”), como desplazada, detenida, viuda, violada (“la violación como arma de guerra es poderosísima”) y en la mediación y resolución de conflictos. En este sentido, se ha lamentado de que la mujer esté excluida de los procesos de negociación y de paz; “la paz sigue siendo cosas de hombres”. “En los procesos de paz más importantes, encontramos menos de un 3% de mujeres mediadoras, y en el 84% de los procesos de paz ni siquiera se nombra a las mujeres”. “Si no permitimos que la mujer participe en los procesos de paz, de mediación y de reconstrucción, y no la convertimos en actor principal, seguirá siendo siempre sólo una víctima”.
El General José Luis Gil Ruiz ha centrado su intervención en el “genero en las misiones internacionales”, en las que la integración de la mujer “va muy en serio”, ha matizado. La jornada ha finalizado con una mesa redonda en la que 4 mujeres militares han compartido sus experiencias vividas: Capitán Cristina González García, Comandante Elena Carretero Bravo, Capitán de Corbeta Esther Yáñez González-Irún, y Comandante Mª Gracia Cañadas García.
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