Empleo dedicará 27 millones de euros menos a la formación de personas desempleadas

RRHH Digital El Estado dedicará casi 28 millones de euros menos a la formación de desempleados, según se desprende del anteproyecto de Presupuestos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), lo cual supone un recorte del -4 por ciento con respecto al año anterior.

Según CCOO, cuando las tasas de desempleo siguen situadas por encima del 27 por ciento, no parece razonable disminuir el esfuerzo para cualificar, recualificar y buscar nuevas oportunidades de empleo para millones de personas desempleadas en nuestro país.

Para CCOO el Presupuesto global para la formación de trabajadores y trabajadoras, sufre un recorte de un 2 por ciento, pero son las políticas de formación de personas desempleadas, las que soportan la totalidad de la disminución de recursos.
La legislación contempla como fuentes de financiación del sistema de formación para el empleo, los ingresos provenientes de la cuota de formación profesional, los procedentes del Fondo Social Europeo y las aportaciones específicas del Estado a través de los Presupuestos Generales del Estado.

CCOO denuncia que los ingresos previstos para el año 2014, en concepto de cuota de formación profesional son de 1777´65 millones de euros, mientras que los programas de formación consumirán 1.603 millones de euros, que podrían elevarse a 1.849 millones, si se tiene en cuenta la bolsa de 245 millones destinada a programas de Empleo y Formación. La conclusión, según Javier López, Secretario de Formación de CCOO,  “es que más de 170 millones de euros de la cuota de formación, que proceden de las empresas y de las nóminas de los trabajadores, se destinarán a financiar otras políticas activas de empleo, poniendo en cuestión su carácter finalista, reconocido por diferentes sentencias del Tribunal Constitucional”.

Mientras se recortan los fondos destinados a formación de personas desempleadas, aumentan en un 1 por ciento las cuantías dedicadas a bonificaciones directas de la cuota de formación de las empresas, que suponen ya el 36 por ciento del total de los fondos destinados a la formación para el empleo. Una formación bonificada, que escapa, además, al control riguroso al que se someten las acciones de formación de oferta, sin que se haya evaluado su impacto sobre el mantenimiento o mejora del empleo, ni en la actividad económica de las empresas.

Javier López ha planteado, “la necesidad de no supeditar la mejora de la empleabilidad de las personas paradas a las necesidades de financiación de las empresas. Es en tiempos de crisis y alto paro, cuando hay que redoblar los esfuerzos en materia de formación de trabajadores y trabajadoras en situación de desempleo, dedicando para ello parte de los recursos procedentes de la cuota, pero haciendo un esfuerzo suplementario que hasta el momento no se viene realizando por parte del Estado, obviando que el drama principal que lastra nuestra recuperación económica se encuentra en las altas tasas de paro de nuestro país”.