RRHH Digital El mundo de la alta cocina siempre ha estado dominado por hombres, magníficos chefs que marcaban el ritmo de las creaciones culinarias más exquisitas. Pero ahora no sólo han invadido la esfera de la alta cocina, sino también la de los cursos gastronómicos. Dichos cursos ya no son sólo para mujeres y cada vez son más los varones que forman parte de ellos.
El interés masculino por la cocina aumenta de forma exponencial cada año y, además, la iniciación se da a edades tempranas. Según Taller Dulce Juanita, empresa dedicada a la enseñanza culinaria, el número de niños comprendidos entre los 12 y los 16 años ya duplica el de niñas durante sus clases diarias. El porcentaje anual de niños que acuden a una escuela de cocina ha aumentado en los últimos años y el 74% de los asistentes son niños, frente al 26% de niñas. Por otro lado, el 61% de los niños que asisten a las clases van acompañados de la figura paterna.
Para los profesores de la escuela, este es un dato a destacar, ya que hace tan sólo cinco años la afluencia a sus clases era exclusivamente femenina. “Cocinar se ha puesto de moda y por ello las escuelas de cocina están proliferando muy rápidamente, dejando atrás peculiaridades como el sexo o la edad”, asegura Maite Gallardo, profesora de cocina de la escuela.
Adiós al balón, bienvenido a la cocina
Según los profesores de Taller Dulce Juanita, que los niños destaquen la cocina por encima de otras profesiones como el fútbol es un indicador de que algo está cambiando en la sociedad y afirman que ellos “poseen buenas cualidades, disciplina y constancia para afrontar la profesión”, por lo que resulta fundamental su inclusión en estos talleres desde edades tempranas.
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