RRHH Digital La delegada de Economía, Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid, Concepción Dancausa, ha presentado la revisión del Padrón Municipal de Habitantes (PMH), que a 1 de enero de 2013 registró un total de 3.215.633 habitantes, lo que supone una disminución en 22.304 vecinos respecto al año anterior, con lo cual se mantiene la dinámica de descenso poblacional iniciada en 2010, aunque a un ritmo menor.
Para ilustrar la desaceleración del descenso poblacional, Dancausa ha recordado que en 2011 la reducción de habitantes en términos absolutos fue de 31.906 habitantes. En 2010 el padrón bajó en 14.080 habitantes y puso fin a la tendencia ascendente iniciada en 2007.
Junto a esta disminución de la población, el padrón muestra una tendencia al envejecimiento al incrementarse notoriamente la edad media hasta lo 43,1 años, frente a los 41,9 de 2005, y mantener la dinámica de descenso de la natalidad iniciada en 2009, con 31.446 nacimientos en 2012, lo que supone una Tasa Bruta de Natalidad de 9,75 nacimientos por cada mil habitantes, frente a los 11,34 de 2008 (14,8% menos), cuando se registra el máximo histórico con 36.915 nacimientos.
«La estructura de la población de Madrid, que siempre ha crecido por los sucesivos impulsos migratorios, muestra una fuerte tendencia al envejecimiento motivada tanto por la tendencial disminución de la población joven como por el aumento de la esperanza de vida», ha declarado Dancausa. Respecto a la edad media, ésta es de 44,9 entre las mujeres y 41,1 años entre los hombres a causa de la mayor mortalidad de los varones.
Según ha indicado la delegada, el impacto de la disminución de la población joven se aprecia al comparar la generación de los que tienen 35 años (nacidos en 1977), que suman 57.130 habitantes y es la más numerosa según la pirámide poblacional que se asemeja a un rombo, con la de 15 años (nacidos en 1997), que totalizan 26.118 habitantes y es la menos numerosa entre los jóvenes.
Tras constatar que la comparación entre ambas edades manifiesta una reducción del 54,3 por ciento, Dancausa ha resaltado que «la población que va a entrar en el mercado laboral (15 años) es un 20 por ciento menos que la que va a salir (65 años)», lo que «inicialmente puede suponer un alivio en la presión del desempleo pero es un riesgo al potencial de desarrollo».
Por grupos quinquenales, el más numerosos es el compuestos por los habitante que tienen de 35 a 39 años, con 287.531 efectivos, frente a los 132.066 con los que cuenta el grupo con entre 15 y 19 años, el menos numeroso entre los jóvenes.
Ante estos datos, la delegada ha señalado la necesidad de impulsar la natalidad, lastrada por la coyuntura económica, creando las condiciones para que los jóvenes que deseen tener hijos puedan tenerlos, al tiempo que ha constatado que la disminución de la población en edad de formar un hogar afectará a la demanda de viviendas.
UN 22% DE LOS MADRILEÑOS NO TIENE TÍTULO DE PRIMARIA
Según la autodeclaración que se incluye a la hora de rellenar el padrón en materia de formación, un 22 por ciento de los residentes en Madrid no han completado los estudios primarios, frente al 29,4 por ciento que poseen titulaciones universitarias. Por sexos, las mujeres sin formación suficiente representan el 24,7 por ciento, mientras el porcentaje de hombres en la misma situación constituyen el 18,7 por ciento.
En cuanto a los titulados superiores, el 30,5 por ciento son hombres y el 28,4 por ciento son mujeres. Sin embargo, a partir de los 50 años el porcentaje de mujeres con educación superior es mayor que el de los hombres, lo que para la delegada demuestra que en la actualidad la discriminación por sexos se ha reducido a este respecto.
De hecho, Dancausa ha apuntado que una justificación para estas diferencias puede estar en la mayor presencia de mujeres de elevada edad que de hombres.
LA POBLACIÓN EXTRANJERA DESCIENDE POR LAS NACIONALIZACIONES
La población de otras nacionalidades supone actualmente el 14,4 por ciento del total, lo que asciende a 463.242 habitantes, cifra que confirma el descenso que se viene produciendo desde 2009, cuando a 1 de enero se alcanzó el máximo histórico con 571.913 personas. El promedio de descenso es de 27.000 personas por año.
Según Dancausa, este descenso se debe, sobre todo, a las nacionalizaciones. Desde el año 2000, más de 200.000 residentes en la capital han cambiado su nacionalidad por la española, y de ellos en torno a 30.000 lo han hecho durante 2012.
Si se desagregan los datos por país de origen, se constata que la edad media de los españoles es de 44,8 años, once más que la de los extranjeros (33,5). Esta diferencia se agranda mucho más al considerar la proporción de mayores de 65, que representa el 22,6 por ciento en el caso de los españoles y el 2,4 por ciento en el caso de los extranjeros.
Al mismo tiempo, entre los menores de 16 años se observa que la proporción también es más alta entre los españoles (14,7%) que entre los extranjeros (13%). La explicación a esta aparente «paradoja» se encuentra en el marcado carácter laboral de la inmigración, según Dancausa.
Por país y zona geoeconómica de procedencia, los latinoamericanos son los más numerosos (220.021 habitantes). Les siguen los procedentes de otros países de la Unión Europea (73.734), de los que tres cuartas partes (54.970) son rumanos. Estos últimos son la nacionalidad mayoritaria entre los extranjeros empadronados, seguida por la ecuatoriana (48.425) y la china (30.084).
Por otro lado, en los últimos años la llegada de población procedente de otras partes de España muestra una tendencia al alza (95.570 en 2012), mientras que las llegadas desde el extranjero se han reducido drásticamente y las 37.386 registradas en 2012 representan poco más de la tercera parte de las 97.082 computadas en 2007.
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