RRHH Digital El sindicato CSI.F calcula que Liberbank deberá enfrentarse a entre 1.300 y 1.500 demandas –500 del Banco CCM– entre las presentadas por clientes de deuda subordinada, preferentes y las de sus empleados.
Estos últimos, señala el sindicato en nota de prensa, como consecuencia de las «cruentas modificaciones» de sus condiciones de trabajo, «que en algunos casos alcanzan reducciones salariales de un 70 por ciento y traslados que enmascaran despidos encubiertos a personas que consideran amortizados y pretenden que abandonen la empresa con indemnizaciones ridículas», ha señalado.
A ello ha sumado los trabajadores afectados por la «negativa» de la entidad a realizar las aportaciones obligatorias a planes de pensiones según lo establecido en un acuerdo laboral todavía vigente. «Y así un largo etcétera que puede precarizar la actividad comercial de la entidad financiera», agrega.
En este sentido, considera que las «continuas alteraciones» de las condiciones laborales de la plantilla –cuatro en dos meses– «están creando un ambiente de desafección hacia la empresa, que podría redundar muy negativamente en su cuenta de resultados.
Una circunstancia que para CSI.F se evidencia con las «constantes cancelaciones» de posiciones de plazo fijo, fondos de inversión y saldos a la vista, así como «fuga» de clientes.
«La indefensión laboral a la que constantemente se esta sometiendo al personal, les está acarreando problemas de todo tipo: desde económicos hasta médicos», ha manifestado el secretario nacional de banca y ahorro de CSI.F, José Manzanero.
Manzanero subraya que el único culpable de esta situación, «que solo lleva al desastre de Liberbank, es su actual presidente, Manuel Menéndez, y su nefasta y pedestre política de personal».
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