RRHH Digital El economista y abogado Mario Alonso Ayala (Badajoz, 1960) será el nuevo presidente del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE). Así lo han decidido los casi 5.200 auditores que estaban llamados a las urnas este martes, y cuyo recuento de votos concluía anoche de madrugada. La elección de la candidatura encabezada por el también presidente de Auren refleja el claro deseo de cambio de rumbo en la institución por parte de los auditores, quienes han apostado por las claves del programa electoral de la candidatura de consenso “Por un Instituto para todos”: unión, consenso, participación, austeridad y transparencia.
La candidatura de Alonso Ayala aporta también los integrantes de la Comisión Permanente: José María Bové, vicepresidente primero; Jaume Carreras, vicepresidente segundo; Javier López-Guerrero, secretario general; Luis Ruiz de Huidobro, vicesecretario; Ignacio García-Zozaya, tesorero; Mercé Martí, contadora; Carlos Izquierdo, bibliotecario, y Óscar Luis Hernando, Joan Mallafré y Juan Antonio Fuster, vocales. Además se han proclamado a su vez los miembros de la Comisión Nacional de Deontología. El presidente es Gabino Mesa, y los vocales, Francisco Gabás y José Luque.
El presidente del ICJCE ha manifestado su orgullo y agradecimiento por haber recibido el apoyo de los miembros a su candidatura y ha asegurado que trabajará “para todos: pequeñas, medianas y grandes firmas de auditoría”. Asimismo ha señalado que, “tal y como nos comprometimos en nuestro programa, nuestro firme compromiso es potenciar los servicios y apoyo a pequeños despachos de auditoría y auditores individuales, ya que son los que pueden necesitar un mayor soporte de la Corporación en materia de asesoramiento técnico, jurídico y de formación”. Y puntualizó: “Tiendo la mano desde ya mismo a todos los auditores, con independencia de su tamaño y origen, para trabajar juntos en favor de la profesión y de la Corporación».
Por último, Alonso Ayala ha apuntado que todo el equipo dedicará su máximo esfuerzo a “difundir a las instituciones, empresas y ciudadanos el valor que aporta nuestra profesión, en el entorno de la confianza y transparencia de la información financiera en todos los ámbitos de la gestión pública y privada, prestar un servicio de máxima calidad y con la mayor proximidad a sus miembros”. También añadió la importancia de “potenciar los valores inherentes a nuestra actividad: integridad, independencia y competencia profesional”.
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