RRHH Digital Estados Unidos continúa siendo la mayor economía del mundo, y el principal destino de las empresas españolas fuera de la Unión Europea. Con 311 millones de consumidores y una renta per cápita que alcanzó en 2012 los 49.800 dólares (37.502 euros), la privilegiada situación de EE.UU supone un puerto seguro para la inversión española y una de las mejores alternativas ante el escaso consumo interior.
Asimismo, los cambios legislativos introducidos en el país han facilitado la entrada a los inversionistas españoles. En los últimos 6 años se ha multiplicado por 3,5 la inversión española, tal y como ha indicado el embajador de EE.UU en España Alan D. Solomon, en un reciente encuentro celebrado con empresarios gallegos.
Como consecuencia, las solicitudes de visados para profesionales más habituales de entrada en el país (B-1, E, H y L) han aumentado un 62% en España desde 2010, según datos proporcionados por las autoridades migratorias de Estados Unidos. De hecho, ha sobrepasado el cupo anual de los visados H1-B de trabajo en el país. En el mes de abril, las autoridades estadounidenses anunciaban que ya habían cubierto el cupo de solicitudes para este año fiscal del H1-B, visado que solicitan la mayoría de las empresas para trabajadores con alta especialización, y como consecuencia no aceptaban más peticiones del mismo hasta abril del 2014.
EE.UU. ofrece más de 90 tipos de visados diferentes. Esto, unido a la complejidad del sistema jurídico del país, puede suponer una de las principales barreras de entrada para la empresa española. Sin embargo, siempre existen soluciones paralelas para cada caso. “En EMS buscamos las fórmulas legislativas alternativas que permitan la entrada a Estados Unidos de las empresas y sus trabajadores. Estudiamos cada caso y estamos en constante contacto con las autoridades estadounidenses para proporcionar la mejor solución para cada empresa en el menor tiempo posible”, asegura Ana Gazarian, CEO de Employee Mobility Solutions (EMS), una de las mayores firmas mundiales de servicios de movilidad internacional de empresas y profesionales.
Las empresas cuentan, entre otras, con alternativas como el Programa EB-5 para Inversionistas Inmigrantes. “Este programa, por ejemplo, otorga el anhelado documento ‘green card’ en menos tiempo de lo que muchos piensan, a cambio de un requisito que no todos pueden cumplir. Esto es, invertir 500 mil dólares en uno de los programas de los centros regionales para inversionistas EB-5 aprobados por el gobierno de EE.UU. A cambio, el inversionista y su familia podrían convertirse en residentes permanentes legales de EE.UU. en un período de seis meses”, explica Gazarian.
Desde la consultora empresarial Bring About, con sede en Miami, Rafael Mendible, Senior Partner, explica que “El Programa EB-5 para Inversionistas Inmigrantes es adecuado para personas de todos los orígenes: profesionales, empresarios, personas que quieren mejorar la educación de sus hijos y acceder a universidades y centros de estudio estadounidenses, personas que buscan una vida nueva o mejor y aquellas que desean jubilarse en EE.UU. En resumen, el Programa EB-5 ofrece el acceso, la flexibilidad y las oportunidades de EE.UU.”.
Otras alternativas a la EB-5 podría ser la visa de Ejecutivo Transferido (L-1), las cuales son una de las opciones más frecuentes para empresas que tienen sucursal en los EE.UU. Requiere que el candidato haya estado empleado al menos 1 año en la empresa fuera de los EE.UU, ser parte de la estructura de ejecutivos o trabajadores especializados, así como tener gente a cargo. Después de 2 años, podría optar por la Residencia Permanente (Green Card). Esta categoría de visado da al dependiente la posibilidad de trabajar en EE.UU.
Existen también la visa E-2 Treaty Investor, Inversor bajo tratado o acuerdo comercial con Estados Unidos, en sus dos modalidades: Supervisores-Managers y Empleados con Habilidades Esenciales. Otra opción viable es solicitar una visa E-1 Treaty Trader, Comerciante bajo tratado o acuerdo comercial con los Estados Unidos, incluyendo el Comerciante Principal y Empleados con Habilidades Esenciales. Esta modalidad de visa está disponible solamente para nacionales de países que tienen tratados de libre comercio u otro tipo de acuerdo comercial con los Estados Unidos. Además, la empresa en los Estados Unidos debe ser de la misma “nacionalidad” que el expatriado que será transferido con visa de tipo E (50% o más debe ser capital español), y se obtiene de acuerdo a entendimientos de reciprocidad, en el caso de España por 5 años. El trámite es enteramente consular, lo que acorta bastante los tiempos del proceso.
“Las soluciones son numerosas, aunque complejas. De ahí que para las empresas españolas haya surgido una creciente necesidad de tramitar adecuadamente un proceso migratorio que, cuando está bien gestionado, implica un importante ahorro de costes y tiempo”, concluye Ana Gazarian.
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