Recursos Humanos Digital Las personas con discapacidad cobran de media entre un 10% y un 23% por ciento menos que el resto de los trabajadores, registran una tasa de actividad que está cuarenta puntos por debajo de la que presenta la población general y su índice de paro es un 3,2% mayor que el del resto de ciudadanos.
Así se desprende de la Encuesta sobre el Salario de las Personas con Discapacidad 2010 difundida este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y elaborada a partir de la Encuesta de Estructura Salarial y la Base Estatal de Personas con Discapacidad.
En concreto, el salario bruto anual medio de los asalariados con discapacidad fue de 20.553,3 euros por trabajador, un 10% menos que entre los no discapacitados, que percibieron 22.842,6 euros de media. Así pues, la ratio salarial entre los trabajadores con y sin discapacidad, en términos porcentuales, fue del 90%.
Atendiendo al bruto mensual, que excluye pagos extraordinarios, fue de 1.534,8 euros por trabajador con discapacidad, también un 10% por debajo de la media, aunque si se toma en cuenta el salario neto, la diferencia se acota al 5,1%, «fundamentalmente por las ventajas fiscales establecidas para las personas con discapacidad», conforme explica el INE.
También en el salario por hora hay diferencia entre discapacitados y no discapacitados. Los primeros cobraron en 2010 unos 13,1 euros en cómputo anual y en 10 euros en cómputo mensual por hora trabajada, un 9% menos que el resto de los trabajadores.
Sin embargo, si se tiene en cuenta la distribución salarial, las personas con discapacidad llegan a cobrar hasta un 16,2% menos en los tramos más frecuentes (salario modal), mientras que en el salario mediano –aquél para el que hay tantos trabajadores con sueldos más altos como con sueldos más bajos– la brecha fue del 8,8%.
Las diferencias más notables se encuentran en los centros de cotización de tamaño mediano (de 50 a 199 trabajadores), donde los niveles salariales para las personas con discapacidad llegan a ser un 23% inferiores a los del resto de trabajadores.
LAS BRECHA DE GÉNERO ES MENOR QUE EN EL RESTO DE LA POBLACIÓN
Las mujeres, al igual que en la población general, cobran menos que los hombres, aunque entre las personas con discapacidad la diferencia es menor: un 9,1% (ellas cobran 19.335 euros anuales y ellos 21.302) frente al 22,9% de diferencia salarial entre géneros del resto de la población activa.
Este hecho hace que la diferencia salarial entre mujeres con y sin discapacidad sea menor que en el caso de los hombres. Mientras las mujeres discapacitadas cobran un 2% menos que el resto de las trabajadoras, los hombres con alguna discapacidad perciben de media un 16,8% menos que sus iguales no discapacitados.
Por tipo de discapacidad, las personas con discapacidad física y con discapacidad sensorial cobran de media un 3% más que el resto del colectivo. En el extremo opuesto, los trabajadores con discapacidad intelectual y mental percibieron los salarios un 38,1% y un 17,1% más bajos que los demás.
Atendiendo a la intensidad de la discapacidad también se observaron diferencias, oscilando entre un salario anual de un 0,9 y un 18,6% menos que el de las personas sin discapacidad. En términos netos, el salario de las personas con grado de discapacidad más severo superó al salario medio del colectivo sin discapacidad en un 7,7%, nuevamente por las ventajas fiscales.
LA CLAVE, SU BAJA PARTICIPACIÓN
No obstante, el estudio concluye que las diferencias salariales están vinculadas a lo que «en términos globales y desde el punto de vista laboral» es «el aspecto más significativo para el colectivo de las personas con discapacidad legalmente reconocida»: su baja participación en el mercado de trabajo.
En 2010, la población con discapacidad presentó una tasa de actividad del 36,2 por ciento, «casi 40 puntos inferior» a la de la población no discapacitada, la tasa de ocupación fue del 27,7 por ciento, menos de la mitad que la del resto de trabajadores, y el paro alcanzó al 23,3 por ciento del colectivo mientras en el conjunto del país se fijaba en el 20,1%.
MENOS DIFERENCIAS EN NIVELES MUY BAJOS Y MUY ALTOS
El estudio explica que en general, «aunque las diferencias entre los niveles salariales de las personas con y sin discapacidad eran significativas en el año 2010», éstas se reducían a medida que el nivel
salarial, la edad, la antigüedad laboral y la experiencia se incrementaban, aunque salvo excepciones, la diferencia no fue menor del nueve por ciento.
Así, los trabajadores con discapacidad que no tenían estudios o tenían la primaria, y aquellos que contaban con titulación superior cobraron más que sus homólogos no discapacitados con las mismas credenciales, con ratios salariales situadas en el 102,4% y 104,1%, respectivamente. Por tanto, la mayor brecha salarial se concentró en los que tenían estudios medios.
Asimismo, se dieron menos diferencias salariales entre personas con y sin discapacidad en los contratos a tiempo parcial y en los de duración indefinida, donde los que los primeros cobraron un 7 y un 8,7 por ciento menos, respectivamente. También tendió a equipararse el salario en los puestos altos (directores, gerentes etc.) y en los puestos de nivel medio las personas con discapacidad llegaron a superar en un 2,8% el salario bruto del resto de trabajadores.
La encuesta revela además que el sueldo de las personas con discapacidad aumenta a medida que se incrementa el tamaño del centro de cotización e indica que no hay «grandes diferencias» por actividad
económica, si bien el salario resultó superior en la Industria y la Construcción que en el sector Servicios.
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