Recursos Humanos Digital España es uno de los países europeos que más festivos tiene, pero que también es uno de los países donde más horas se trabaja, según un informe de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles.
El problema, según el presidente de este organización, Ignacio Buqueras, está en el concepto trabajar, que en España «se confunde con estar sentado en el puesto de trabajo y no con producir».
«Los europeos tienen la idea de que los europeos del Sur y concretamente los españoles trabajan poco y disfrutan de muchas fiestas. A poco que fuéramos más productivos y olvidáramos la cultura del presentismo, podríamos disfrutar aún más de tiempo de ocio, de nuestra familia y amigos», ha señalado Buqueras.
España ha declarado este año 8 festivos oficiales. Estas fechas corresponden a los días no sustituibles por las comunidades autónomas y no incluyen los días festivos que coinciden con un domingo. En España, los festivos suelen ser 10 nacionales, 2 de las comunidades autónomas y 2 fiestas locales.
Los festivos declarados para este año en otros países son: Grecia (12), Francia (11), Italia (11), Alemania (10), Finlandia (10), Portugal (9), Reino Unido (8) y Holanda (7).
En cuanto a los puentes, la Comisión subraya que el traslado de festivos a viernes o lunes no es una medida que se aplique en la zona euro, y que también es raro que se sustituyan festivos que coincidan en domingo por otro día. «Los festivos son inamovibles», señala.
Algunos países como Francia Inglaterra, Alemania y más recientemente Italia no celebran fiestas locales. Además, aunque existen puentes en los países europeos, en muchos casos hay que compensar las horas no trabajadas en otros días.
En cuanto al traslado o no de los días festivos a lunes o viernes, como podría hacerse en España a partir de 2014, la Comisión Nacional considera que esta medida será positiva, pero sólo si viene acompañada de otras medidas a favor de la racionalización de horarios, la conciliación y, sobre todo, la mejora de la productividad de las empresas.
«Trasladar algunas de las festividades españolas a viernes o lunes, a excepción de las de gran arraigo social, sería sin duda una medida beneficiosa tanto para las empresas como para los trabajadores, ya que supondría el fin de los grandes puentes, lo cual sería positivo para la productividad de las empresas y el rendimiento de los trabajadores», afirma Buqueras.
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