RRHH Digital Abril suele ser un mes tradicionalmente inflacionista (fin de la temporada de invierno y comienzo de la temporada de verano, vacaciones de semana santa,…). Este año el aumento de los precios en abril ha sido menor por las bajadas vinculadas a la energía (electricidad, carburantes). La variación mensual del IPC ha sido del 0,4%, frente al 1,4% de variación mensual en abril de 2012.
La tasa de variación anual del IPC en abril se sitúa en el 1,4%, un punto menos que la del mes de marzo. El descenso ha sido menor en la inflación subyacente (solo 4 décimas) y se sitúa en el 1,9%, este dato refleja el nivel estructural de los precios y sigue siendo muy elevado para la situación de grave crisis que soporta España. Por primera vez desde octubre de 2009 la inflación subyacente se sitúa por encima del índice general. Para una vez que se modera la parte exógena de la inflación (precios energía y electricidad) la parte endógena (inflación subyacente) sigue enquistada en niveles especialmente elevados para la situación de recesión que soporta la población y la economía.
Los grupos que más han influido en la menor han sido: Vivienda, que cae gracias a la bajada de los precios de la electricidad en abril (frente a la subida del año pasado); El transporte, que cae por la bajada del precio de carburantes y lubricantes (frente a la subida del año pasado); Ocio y cultura por la bajada de precios del viaje organizado (este año semana santa cayo en marzo y los precios se ajustaron en abril); Bebidas alcohólicas y tabaco caen por la estabilidad de los precios del tabaco frente a la subida del año anterior, y Comunicaciones, que sigue ajustando sus precios por la bajada de los servicios telefónicos.
El aumento interanual de los precios (1,4% en abril) procede de evoluciones muy dispares: hay grupos que están reduciendo sus precios (comunicaciones, transporte) al tiempo que otros mantienen aumentos muy relevantes (medicina, enseñanza, bebidas alcohólicas y tabaco).
Los trabajadores están pagando la crisis con la pérdida de empleo y la reducción de sus salarios y además deben soportar unos elevados niveles de inflación subyacente que no corresponderían a una situación de recesión como la actual (con caídas del consumo y de los salarios). Para CCOO esta situación solo se pueden explicar por comportamientos nada solidarios de sectores empresariales que elevan los precios y sus márgenes en sectores al abrigo de la competencia internacional, lastrando el poder adquisitivo de los hogares y la capacidad de nuestros sectores productivos de competir y ganar cuota de mercado, tanto interna como externa. Por ello sigue siendo necesario el esfuerzo y compromiso del Gobierno con el control de los precios (públicos y privados) y en el control de los márgenes empresariales.
A pesar de la moderación en abril, el aumento de la inflación sigue muy por encima de las subidas salariales recogidas en la negociación colectiva, reflejo del enorme esfuerzo que están realizando los trabajadores para el mantenimiento del empleo y de la actividad en las empresas. Frente a los que cuestionan y quieren desmontar la negociación colectiva ésta sigue dando muestra de su capacidad de respuesta ante los problemas planteados.
CCOO insiste en la urgencia de implantar una renta mínima garantizada como derecho de ciudadanía: para los que sufren los efectos más negativos de la crisis y considera que el Gobierno no puede mirar para otro lado y condenar a la exclusión social y económica a porcentajes crecientes de la población.
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