RRHH Digital Cada vez son más las empresas, entidades y organismos que demandan un servicio de destrucción de documentos, acorde con la aplicación de la Ley Orgánica de Protección de Datos. Ésta es una de las conclusiones que destacan desde la empresa especializada en destrucción de documentos y otros soportes, Delete, con sede en Madrid y Barcelona. Sin embargo, sólo un 50% de las empresas españolas cumple con los requerimientos de la LOPD que obliga a las empresas a eliminar todos aquellos documentos que contengan datos de carácter personal.
Los sectores más sensibles a la aplicación de la LOPD son consultorías, hospitales, laboratorios y el sector público, entre otros. Delete, que se encarga de la destrucción de documentos de entidades como el INE o la Agencia Tributaria, ha constatado una mayor sensibilidad hacia el riesgo de una fuga de documentación. Según la empresa, perteneciente a Grupo Constant, la imposición de multas que pueden llegar hasta los 600.000 euros ha calado en entidades, organismos públicos y grandes empresas y corporaciones. «Es un hecho que después de casos muy sonados en los que la fuga de documentos ha destapado un gran escándalo de corrupción o espionaje industrial, se ha incrementado el número de demanda de estos servicios», explica Ramon Ferrer, director de Delete, empresa creada en 2008.
Según Ferrer, el nivel de conciencia por el cumplimiento de la Ley va en aumento, pero en términos relativos aún hay mucho que hacer, «sobre todo en el sector de la pyme, donde la implantación de medidas de protección de datos es muy reducida». De hecho, la destrucción incorrecta de documentos ha sido uno de los motivos más importantes de sanción por parte de la Agencia Española de Protección de Datos. Según las conclusiones de Delete, todas las empresas generan documentación confidencial susceptible de ser destruida: nóminas, facturas, currículos, ofertas, presupuestos, informes, historiales médicos, firmas o mails, entre otros.
Existen diferentes niveles de riesgo en función de la tipología de documento. Desde la Agencia de Protección de la Ley de Datos velan por proteger en primer nivel todos aquellos documentos que comprometen a las personas físicas, por encima de las jurídicas. Así, los datos relacionados con nóminas o currículos están mucho más protegidos que otros documentos como el NIF u otras cifras que pueden consultarse en el Registro Mercantil.
Delete recuerda que «igual que no es lo mismo un papel que un documento, no es lo mismo reciclar que destruir». Por eso, la normativa europea marca el nivel 3 de trituración, que es el que equivale a un nivel de destrucción que impediría en cualquier caso la reconstrucción manual del documento. En muchos casos, los servicios de reciclaje no garantizan la seguridad de su información, sensible en los procesos de recogida y almacenaje, puesto que se dedican a comprar y vender papel, pero no a destruirlo para no ser nunca más identificado. Actualmente, los costes indirectos asociados a la destrucción de los documentos hacen más rentable la alternativa de externalizar este tipo de servicio.
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