RRHH Digital Zenit Detectives, compañía española experta en investigaciones aplicadas en el ámbito empresarial, detecta que el 23% de los casos relacionados con infiltraciones de los detectives son por robos y hurtos dentro de las compañías. El descontento a nivel laboral y personal, así como la situación económica existente y la posibilidad de obtener ingresos extras de manera fácil y continuada, son algunos de los aspectos que llevan a los empleados a cometer hurtos en las organizaciones.
Entre los motivos que llevan a las organizaciones a contratar los servicios del detective privado se encuentra el elevado nivel de pérdidas generadas por extravío de productos. En muchas ocasiones, son por valor de un mínimo de doscientos mil euros.
Para solventar esta situación, los directores de seguridad deciden contratar a detectives privados que se infiltran dentro de la empresa. Su misión principal es investigar un posible hecho ilícito que determine la existencia de robos en la compañía, ya sea de forma esporádica o por asociación ilícita de parte del personal empleado con sujetos externos.
En este tipo de casos suelen producirse en cualquier sector empresarial, pero destacan en el del almacenaje y la distribución. Para José María Alonso, Director Operativo de Zenit Detectives, “en este sentido, este tipo de hurtos suelen producirse en grandes empresas del sector tecnológico como la telefonía móvil o el sector industrial, capaz de producir piezas muy pequeñas, fáciles de sustraer y con un gran valor en el mercado ilegal”.
El detective privado será los ojos del cliente y verá todo lo que ocurre en el día a día de la cadena de producción y almacenaje -como un empleado más de la plantilla. Su trabajo es de gran ayuda porque permite al cliente discriminar y determinar dónde se producen los errores mientras que, de de forma paralela, permite al detective descubrir e imputar la trama de aquellos que están en connivencia para realizar los robos. Para realizar este trabajo, además de infiltrarse en la compañía, el detective se apoya en la utilización de cámaras ocultas y realización de seguimientos.
El tiempo medio dedicado al trabajo de infiltración es de de seis meses a un año. “Esto es debido a que el detective necesita conocer el funcionamiento de la empresa donde va a desempeñar su cometido, ganarse la confianza de los compañeros y analizar la información obtenida para descubrir la trama que genera los robos”, afirma, Alonso.
Las pruebas recopiladas por el detective privado para que la investigación sea considerada de éxito son aquellas que involucran directamente a los empleados que han cometido el robo. “Es importante destacar que estas pruebas deben ser puestas en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya que supone la comisión de un hecho delictivo. Por ley, los detectives estamos obligados a poner en conocimiento de la Policía y de la Guardia Civil estos hechos”, concluye Alonso.
El ahorro económico obtenido por la compañía que contrata a un detective es muy elevado ya que no sólo se eliminan las pérdidas económicas, sino a los empleados corruptos.
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