RRHH Digital La Comisión Europea pidió ayer reducir las trabas burocráticas y suavizar las restricciones que imponen los visados a estudiantes e investigadores extracomunitarios que intentan continuar su formación en la Unión Europea, con el objetivo de «atraer el talento» al mercado laboral comunitario y cubrir puestos cualificado en «sectores clave» para los que no se logran los perfiles adecuados.
España, con 35.037 permisos de estancia tramitados en 2011, es el segundo país, por detrás de Francia (64.794), que más estudiantes extracomunitarios atrajo a su territorio, pese a que el permiso que concede expira cuando concluye la formación salvo que el titular haya conseguido ya un trabajo.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, ha presentado una propuesta para revisar las dos directivas que regulan la entrada de estudiantes y de investigadores a la Unión Europea y ha advertido de que las normas actuales «hacen muy difícil, a veces imposible», que personas altamente cualificadas lleguen y se muevan dentro de Europa para continuar su formación.
Malsmtröm confía en que las modificaciones, que requieren aún el visto bueno de los 27 y Eurocámara para ser efectivas, favorezca la permanencia y circulación de estas personas dentro de la UE para encontrar trabajo o proseguir sus proyectos de investigación. Bruselas espera que la propuesta pueda aplicarse desde 2016, aunque, al ser preguntada por los tiempos, la comisaria ha dicho que es «muy difícil» indicar un calendario.
«Necesitamos eliminar los obstáculos para hacer de la UE un lugar más atractivo para el talento. Nuestra economía se beneficiará de la circulación de ideas y conocimiento», ha insistido en una rueda de prensa en la que, además, ha defendido la necesidad de abrir el mercado europeo a trabajadores extracomunitarios, pese a los fuertes índices de paro.
Malmström ha dicho que pese al alto desempleo que afecta a la Unión Europea, existe «falta de capacitación en sectores clave» para Europa que requieren «personas cualificadas» para cubrir esas vacantes «ahora y en el futuro».
INCENTIVAR LA EXCELENCIA
Mientras la UE encuentra estas lagunas, según ha insistido la comisaria, otros países como Brasil, India y China se convierten en el destino preferido de perfiles altamente cualificados y otros, como Estados Unidos o Australia, también «incentivan» la llegada de «excelencia».
Así las cosas, el Ejecutivo comunitario plantea fijar un tope de 60 días a los Estados miembros para que sus autoridades respondan a las peticiones de visado o permisos de estancia, para agilizar estos procedimientos y hacerlos más transparentes. «Algunos países son muy lentos», ha lamentado la comisaria, que ha evitado señalar con nombres a los Estados miembros más descuidados.
También pide que se suavicen y simplifiquen las normas para favorecer la movilidad y la transferencia de conocimiento entre países de la UE, para ayudar a los investigadores que participan en proyectos europeos; al tiempo que apuesta por facilitar el acceso de estos perfiles al mercado laboral.
En el caso de España, por ejemplo, el permiso de estancia tiene un tiempo de duración igual al de la actividad por la que el beneficiario se desplaza al país, con un periodo máximo de doce meses, aunque prevé la posibilidad de prorrogarlo anualmente. Para formaciones menores a tres meses, el estudiante puede recibir un visado de tres meses, ampliable tres meses más.
Los estudiantes podrán trabajar al menos 20 horas semanales «para cubrir sus necesidades y contribuir a la economía del país de acogida» y los estudiantes e investigadores podrán quedarse un periodo adicional de doce meses tras el final de su proyecto, «para reevaluar sus posibilidades de encontrar un empleo o lanzar un actividad», según resume la Comisión.
Con todo, esta medida no supondría un «derecho automático de trabajo», ya que las competencias que tiene que ver con el permiso de trabajo «seguirán siendo nacionales», aclara Bruselas.
España, como otros países como Bélgica, Italia y Reino Unido, solo permiten al estudiante continuar en el país si cuentan con un empleo, mientras que en Francia, Alemania, Irlanda y Portugal, entre otros, pueden quedarse más tiempo para buscar un trabajo.
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