RRHH Digital Las asignaciones internacionales, son una práctica cada vez más utilizada por las empresas españolas. Vivir y trabajar en el extranjero ya no es sólo para los cargos de altos ejecutivos y especialistas, cada vez se movilizan más los mandos intermedios y nuevos profesionales.
Ana Gazarian, CEO de Employee Mobility Solutions (EMS), una de las mayores firmas mundiales de servicios de movilidad internacional de empresas y profesionales explica cómo en la actualidad, conviven dos tipos de movimientos. “Por un lado, ante la necesidad de acelerar su crecimiento en otras regiones, las empresas recurren al traslado de personas clave para garantizar la transmisión de conocimiento específico y de la cultura organizacional”. Se trata, en general, de asignaciones de largo plazo de altos ejecutivos que implican una permanencia en el exterior de al menos 12 meses y hasta 3 años de promedio.
Cuando las empresas expanden sus actividades fuera del país, requieren para impulsar sus actividades en el nuevo territorio en las posiciones clave, a ejecutivos y especialistas. La tendencia actual es a reformular los paquetes compensatorios y beneficios. “La clave está en hacer los paquetes más personalizados, entendiendo las necesidades puntuales y personales de la empresa y de quienes se movilizan a fin de continuar desarrollando desde su perspectiva personal su carrera profesional», señala Ana Gazarian.
Junto con las movilizaciones de altos directivos convive otro tipo de movilidad de empleados. Cada vez más compañías están ofreciendo a sus mandos intermedios y jóvenes profesionales de alto potencial la posibilidad de realizar una experiencia en otro país como parte de sus programas de capacitación y desarrollo. “El objetivo, en estos casos, es fidelizar y retener a los dependientes considerados ‘críticos’, otorgándoles oportunidades de formación en momentos en los que, por ejemplo, no pueden ofrecerles un ascenso jerárquico dentro de la pirámide. El reto en estos programas es el cumplir con los requisitos migratorios del país, tanto por la falta de experiencia como por el tiempo de procesamiento para obtener el visado en el país”, asegura Gazarian.
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