RRHH Digital Un ordenador y dos horas al mes son suficientes para ser profesor solidario e impartir, desde casa, un curso de didáctica de las matemáticas a un grupo de docentes del medio rural en El Salvador o uno de liderazgo a jóvenes en peligro de exclusión de Madrid. Esto es posible gracias al Campus Solidario de UNIR (campussolidario@unir.net).
La Universidad en Internet de La Rioja (UNIR) es la primera universidad privada en España en implantar, de forma institucional, este sistema pionero y único de profesores solidarios bajo la fórmula de clases virtuales-presenciales. “El futuro está en Internet“, asegura María de Pablos, directora de Campus Solidario de UNIR; y va más allá: “El voluntario educativo online puede acelerar la erradicación del analfabetismo en el mundo”.
Precisamente el objetivo de la UNESCO de conseguir la educación primaria universal para 2015 es el motor de arranque de este voluntariado que promueve UNIR entre sus alumnos y profesores. Para lograr este objetivo se calcula que serían necesarios 18 millones más de profesores y con estos maestro solidarios “podemos multiplicar el potencial educativo de nuestra sociedad”, asegura De Pablos.
Un profesor universitario, una madre de cuatro niños de un pueblito de Murcia, un empleado de seguridad, una artista de la escena, un empresario con continuos viajes de negocios…, son algunos de los múltiples perfiles de los voluntarios de UNIR.
En octubre de 2012 comenzó la implantación progresiva de este programa a los grados de Maestro Infantil y Primaria, Masters de Secundaria y Grado de Comunicación, Derecho y Políticas; y ya cuenta con 200 voluntarios. Una respuesta que según su directora es “excepcional”, al conseguir una media de 50 voluntarios nuevos al mes.
Proyectos en marcha
En estos momentos UNIR tiene en marcha dos proyectos:
-Carabanchel (Madrid). Cursos dirigidos a un grupo de jóvenes en riesgo de exclusión social. Se trata de un total de cuatro talleres temáticos que comenzaron en diciembre de 2012, y cuyos
contenidos van desde el autoconocimiento y la motivación a la comunicación y la participación ciudadana. La ONG receptora es YMCA. “Ellos trabajan con jóvenes hasta los 17 años, y llegada ese edad se quedan fuera de la organización. Se estaban planteando cómo seguir formando a estos jóvenes, cuando les llamamos y montamos un curso de liderazgo”, relata De Pablos.
-San Salvador (El Salvador). Cursos sobre Didáctica de las Matemáticas y Estrategias de Capacitación para el profesorado de Lenguaje. En ambos casos los beneficiados son profesores en zonas rurales de El Salvador. Estas clases se imparten los domingos de 15 a 17 hora española; 8-10 h. en San Salvador.
Aunque la formación es online; eso no significa que los voluntarios estén solos ya que se organizan por grupos educativos, de unas 10 personas, encabezados por un líder. “Nadie está solo, y ante imprevistos no dejamos sin cubrir las expectativas de la ONG”, relata su responsable que fue muchos años cooperante en Croacia y Paraguay.
Este Campus Solidario requiere una “demanda educativa, profesores solidarios y, luego, gestionar el contacto entre ellos”. Para esto UNIR busca ONGs a las que se les ofrecen servicios concretos como formación en materias educativas, higiene y prevención de enfermedades, formación de emprendedores. “Buscamos qué necesidades tienen las ONGs y les ayudamos a maximizar su impacto ahorrando costes”.
En este programa resulta esencial el seguimiento desde el país receptor, realizado por tutores locales que aportan las ONGs con las que se colabora. Ellos son los que gestionan presencialmente las clases: que los beneficiarios acudan, que la tecnología necesaria esté lista…
Ha resultado sorprendente la facilidad de los alumnos de UNIR para ejercer de profesores solidarios: “Pensé que los alumnos tardarían más en dar clase, que necesitarían más tiempo para preparar los materiales, pero no ha sido así”, dice De Pablos.
Ante el dilema ¿virtual o presencial?, la responsable del Campus Solidario de UNIR lo tiene muy claro: “Lo virtual es complementario con lo presencial; ni mejor ni peor sino diferente”, señala De Pablos que cuenta que algunos voluntarios han llegado a conocer físicamente a sus alumnos.
Algunos voluntarios de CAMPUS SOLIDARIO
-María García Sánchez. Profesora de UNIR de Didáctica de la Lengua y Literatura del Grado de educación Primaria. Directora de escena, dramaturga y actriz. Reside en Madrid. Ha impartido clases en El Salvador:
«Mi experiencia en el Campus Solidario ha sido estimulante, reveladora y muy humana. Una experiencia de la que he salido muy fortalecida y feliz, la verdad es que te quedas con ganas de más, ¿se puede repetir?”
-Joaquín González Cabrera. Psicólogo y motero. Profesor de UNIR desde Granada, donde reside. Ha impartido clases a jóvenes en riesgo de exclusión en Carabanchel (Madrid):
“Este voluntariado es un grano de arena, pero un grano necesario. Una experiencia que engrandece. Me siento en la necesidad de dar y compartir lo aprendido»
-Gustavo Partida. Director de seguridad en una empresa y alumno de UNIR del Grado de Derecho. Argentino, residente en un pueblecito de la sierra madrileña:
“La UNIR al darme la oportunidad de formar parte de su equipo solidario me hace llegar al convencimiento de que al final del camino lo que más voy a agradecerles no es sólo que me hayan ayudado a cumplir mi sueño profesional obteniendo una carrera, sino el haber hecho de mí una persona mejor”.
-Elena Lledó. Madre de 4 niños, y estudiante de Educación Primaria desde Cartagena (Murcia).
“Mi participación en el voluntariado, ha sido una experiencia gratificante, excepcional y emocionante, os animo a todos a colaborar y que comprobéis lo motivante que es”.
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