RRHH Digital UGT ha recordado este viernes que el próximo lunes, 18 de febrero, un total de 20.000 trabajadores de Iberia están llamados a la huelga, convocada por el sindicato junto a CC.OO., Asetma, USO, Sitcpla y CTA-Vuelo, a la que se sumará también Sepla en marzo, en defensa de la «integridad y viabilidad» de una «empresa histórica» del sector aéreo español que va a ser «desguazada». En un comunicado, la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT señala que los trabajadores que acudan a la huelga –que arranca este lunes hasta el 22 de febrero y que posteriormente se desarrollará del 4 al 8 de marzo y del 18 al 22 de marzo–, lo harán para protestar contra el plan de transformación presentado por la dirección de la aerolínea que «esconde un plan de desmantelamiento», con 3.807 despidos.
Un plan que contempla una «brutal reducción» de salarios, un descenso en su oferta comercial una disminución importante del número de aeronaves y el cierre de rutas estratégicas, lamentó UGT.
El sindicato criticó que «pudiendo ser competitiva», mediante una reestructuración «consensuada y no exenta de sacrificios, pero complementada con un plan de viabilidad y crecimiento a largo plazo», finalmente ésta vaya a ser «desguazada».
A su juicio, el plan de «desmantelamiento» ha sido perpetrado por las «cabezas pensantes anglosajonas», lideradas por Willie Walsh, el consejero delegado del ‘holding’ IAG, resultante de la fusión de British Airways (BA) e Iberia, y ejecutado de «forma sumisa» por la dirección de Iberia.
EL ESTADO, PARTÍCIPE EN EL «DESMANTELAMIENTO».
Con una «vergonzante complicidad» de todo el consejo de administración, UGT recuerda que en él se encuentran varios representantes del Estado español a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y de la nacionalización de Bankia.
Asimismo lamentó que el plan «tiene como último objetivo la conversión de Iberia en una filial subsidiaria de BA, en una aerolínea de tercera que se sostenga sobre una mínima estructura laboral y comercial, abandonando cualquier iniciativa de desarrollo futuro, de mejora de su competitividad a medio y largo plazo, de retracción inicial y posterior expansión».
Desde la presentación del plan de transformación en noviembre, los sindicatos han realizado «múltiples esfuerzos por definir un espacio para el acuerdo sobre el que trabajar de manera conjunta de cara a conseguir una necesaria mejora de la competitividad de la empresa sin renunciar a un plan de viabilidad a largo plazo», aseguró UGT, que explicó que para ello estaban dispuestos a renunciar a una buena parte de sus condiciones laborales.
PROPUESTAS CONSTRUCTIVAS.
En este sentido, aseveró que los representantes sindicales se implicaron de lleno en ofrecer «propuestas de gestión empresarial constructivas» con el fin de buscar alternativas «menos traumáticas» que no pasaran por despidos masivos y «amputaciones» de estructura, en las áreas de ‘handling’, mantenimiento, rutas o comercial.
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