Recursos Humanos Digital Las cuentas de Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) se han visto reducidas en algo más de 1.000 millones entre 2009 y 2013 como consecuencia de la reducción de las aportaciones del Ministerio de Hacienda y la congelación de las ofertas de empleo público.
Sólo la utilización de otros casi 1.000 millones de euros del remanente de tesorería durante los últimos cinco años ha permitido a Muface mantener las cuentas en equilibrio, con 1.125,7 millones de euros en 2013.
Así se ha detallado durante la ‘Jornada Mutualismo Administrativo: Eficiencia de un modelo’, organizada por el sindicato de funcionarios CSI-F en colaboración con el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).
Según el sindicato, las aportaciones obligatorias de Hacienda se han ido reduciendo de manera paulatina, con un descenso del 16,9% sólo en 2013, hasta los 898,5 millones de euros.
Además, el número de nuevos beneficiarios (familiares de mutualistas) se redujo de manera escalona en los últimos años por una caída de la natalidad y por la reducción de las ofertas de empleo público, hasta las 615.814 personas.
Si bien, CSI-F indica que los datos provisionales de 2012 reflejan un aumento de beneficiarios del 7% –con un total de 615.814– probablemente como consecuencia de la crisis y el regreso de muchos jóvenes al hogar de sus progenitores y, por tanto, a la protección de la mutualidad.
En paralelo, la distribución porcentual entre titulares y jubilados obligatorios se va decantando de forma imparable hacia los jubilados, que presentan una mayor necesidad de asistencia sanitaria y farmacológica y de protección social.
En este contexto, Muface ha hecho un uso creciente del remanente de tesorería, «única manera de equilibrar el presupuesto para hacer frente a las necesidades del concierto y las prestaciones sociales». Así, desde 2009 se han utilizado casi 1.000 millones de euros de remanente.
Según CSI-F, esta evolución de las cuentas explica los recortes en las prestaciones sociales introducidas en el presupuesto para 2013, que afectan principalmente a programas de ayuda para la adquisición de vivienda, jubilación y defunción.
En este sentido, el secretario de Acción Sindical de CSI-F y consejero de Muface, Eliseo Moreno, ha mostrado su «preocupación» por el futuro del mutualismo, y ha asegurado que «si no se atiende este modelo puede caer».
«Las consecuencias serían dramáticas, porque estas personas entrarían en el Régimen General de la Seguridad y provocaría un daño irreparable en la sanidad pública», ha añadido.
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