RRHH Digital Según los datos del Observatorio de Enfermedades Profesionales (CEPROSS) del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, durante el año 2012 se han cerrado tan sólo 14 partes de Enfermedad Profesional atribuibles a agentes cancerígenos (9 de ellos por exposición a amianto). Lo que podría parecer una buena noticia en materia de prevención dista mucho de serlo, ya que lo que existe en nuestro país es un creciente subregistro de enfermedades profesionales, que en el caso del cáncer adquiere proporciones de escándalo: se ha pasado de 36 casos en 2008 a unos ridículos 14 en el último ejercicio, lo que significa una reducción de 61% en los últimos 5 años. A todo ello habría que añadir que la duración media de estas bajas ha pasado de 95 días en 2008 a 239 en 2012, lo que indica que sólo se reconocen casos extremadamente graves y de difícil recuperación
Hay que tener en cuenta que en España se diagnostican todos los años unos 200.000 casos de cáncer, de los que de un 5 a un 10% tienen origen laboral según estimaciones científicas, y que según el Sistema de Información de Exposición Ocupacional a Cancerígenos (Carex 2004) un 25% de la población trabajadora se ha visto expuesta a agentes cancerígenos en los últimos años, cifra que se ha visto reducida al 19% tras la aprobación de la Ley del Tabaco.
“Lo que no se registra, no se previene”, afirma Pedro J, Linares, secretario de salud laboral de CCOO, “y esta falta de prevención ha convertido a las Enfermedades Profesionales, en general, y dentro de ellas al cáncer ocupacional, en uno de los principales factores de deterioro de la salud de los trabajadores en España”.
A juicio de Linares este subregistro se debe “a un ineficaz sistema de notificación que exige a todas luces ser mejorado y, sobre todo, a la práctica habitual de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de notificar como contingencias comunes los casos de origen laboral con el propósito de derivar a los Sistemas Públicos de Salud los gastos que ellas deberían asumir en su condición de entidades colaboradoras de la Seguridad Social”.
En el marco de la campaña Cáncer Cero en el Trabajo que CCOO lleva desarrollando desde septiembre de 2011, el sindicato viene exigiendo a empresarios, servicios de prevención, Mutuas y autoridades laborales y sanitarias la mejora en la notificación y registro de este tipo de enfermedades, así como la adopción de medidas eficaces de eliminación, sustitución y control de agentes cancerígenos en los entornos laborales.
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