Recursos Humanos Digital Las empresas españolas no financieras han reducido su nivel de endeudamiento un 7,4% tras alcanzar su máximo histórico en el segundo trimestre de 2009, según los datos correspondientes al tercer trimestre de 2012 recogidos por el Banco de España en su ‘Boletín Económico’ de enero.
El informe, que no indica a cuanto ascendía ese nivel de deuda en 2009, explica que durante la etapa expansiva anterior al inicio de la crisis se produjo un aumento «acusado» del endeudamiento de las sociedades no financieras españolas que lo situó, en términos del Producto Interior Bruto (PIB), «en cuotas muy elevadas».
El boletín señala que, en el desglose por sectores, se aprecia una «importante» heterogeneidad en los niveles de deuda de las compañías «que puede estar relacionado con el grado inicial de endeudamiento». Así, en las ramas de actividad que antes de la crisis presentaban un ratio de apalancamiento superior a los valores medios (entre las que se encuentran la construcción y el sector de la información y las comunicaciones, entre otras) los recursos ajenos tendieron a reducirse.
En cambio, para el resto, «que partían de unos ratios de endeudamiento más moderados», dichos pasivos mostraron un mayor dinamismo, «observándose incluso en el caso de la energía un notable incremento de la deuda hasta 2009, aunque en los dos años siguientes decreció ligeramente».
Según el informe, la evolución descrita por la deuda se tradujo, por lo general, en una progresiva reducción de los ratios de apalancamiento en las ramas productivas más endeudadas al inicio de la crisis y en una cierta estabilización o un ligero aumento en las que partían de unos niveles inferiores, «produciéndose así una convergencia sectorial de este indicador».
El Banco de España destaca que la excepción a este patrón es el sector de la construcción, en el que el retroceso de los niveles de deuda fue «insuficiente» para contrarrestar el descenso de su activo neto «asociado a las importantes pérdidas acumuladas por estas empresas, por lo que el ratio de apalancamiento tendió a elevarse».
DIFERENTE TENDENCIA ENTRE GRANDES EMPRESAS Y PYMES
Por tamaño, el supervisor bancario también evidencia algunas diferencias en la evolución de la deuda de las sociedades no financieras. Así, aunque durante el año 2008 los recursos ajenos mostraron una pauta creciente tanto en las sociedades grandes como en las pymes, el ascenso en estas últimas fue «más moderado».
«A partir de dicho año, la deuda de las compañías de menor dimensión presentó un progresivo descenso que supuso una caída acumulada de un 7% hasta finales de 2011 desde los máximos alcanzados en 2008», señala el boletín económico, que añade que este patrón de comportamiento no ha sido homogéneo en todas las ramas de actividad, «siendo la construcción donde las disminuciones fueron más intensas».
En el caso de las empresas de mayor tamaño, el retroceso de la deuda se inició un año más tarde, en 2010, alcanzándose una caída acumulada desde entonces y hasta finales de 2011 de casi el 5%.
En este sentido, el Banco de España concluye que el menor dinamismo de la deuda de las pymes en comparación con en el de las grandes compañías durante el periodo reciente «puede estar relacionado con el mayor impacto que la crisis ha ejercido sobre la situación económica y financiera de estas empresas, lo que explica su mayor dificultad para acceder a nuevos recursos ajenos».
LAS MÁS ENDEUDADAS REDUJERON SU PLANTILLA UN 11,6% HASTA 2011
Otro de los aspectos más destacados del boletín de este mes del Banco de España es que las empresas que partían de unos niveles más elevados de deuda antes de la crisis redujeron sus plantillas un 11,6% de media hasta 2011, mientras que en las menos endeudadas el descenso fue del 9,6%.
En función de su tamaño, el ajuste de empleo adquirió más intensidad entre las pymes, «en línea con el mayor impacto de la crisis para este tipo de sociedades». Dentro de este segmento, las que partían de un mayor nivel de endeudamiento fueron las que experimentaron mayores retrocesos de plantilla, con una caída acumulada del 18% hasta 2011. Por su parte, las que tenían una situación financiera más sólida registraron descensos del 15% respecto a los niveles de 2007.
En cuanto al desarrollo de la actividad inversora, el informe aprecia cómo a partir de 2008 esta variable registró «una progresiva pérdida de dinamismo». No obstante, remarca que la disminución fue «sensiblemente mayor» en las pymes, «lo que de nuevo ilustra como este tipo de sociedades se vio comparativamente más afectado por la crisis».
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