Recursos Humanos Digital Los precios subieron una décima en el mes de diciembre con respecto al mes anterior, con lo que la inflación termina el año en el 2,9%. La inflación subyacente, que elimina los productos y factores cuyo precio o incidencia es exógeno, cerró el año en el 2,1%. Según hipótesis del INE, dos puntos de la subida general de los precios a final de año, son atribuibles a la subida de impuestos indirectos sobre el consumo.
La vivienda, con una subida anual del 5,6%, es la que más contribuye al crecimiento de los precios en el año, aportando 0,67 décimas al crecimiento general. Le siguen los ‘alimentos y bebidas no alcohólicas’, con un aumento del 3% anual y una aportación de 0,55 décimas; el transporte (3,1%) que contribuye con 0,47 décimas; las medicinas (13,3%) con 0,42 décimas; y otros bienes y servicios (3,3%) con 0,3 décimas. El resto de los grupos también tienen una contribución positiva, aunque menor. Sólo las comunicaciones, con una caída del 2,7% anual, ayudan a recortar los precios a final de año, -0,1 décimas.
Según el Índice de Precios Armonizado, el crecimiento de los precios cerró el año en el 3% en España, ocho décimas por encima de la Unión Monetaria, lo que ahonda en la pérdida de competividad interna y externa de nuestros productos.
Mientras que los precios cierran el año en el 2,9%, los salarios pactados crecen considerablemente por debajo, 1,29% hasta el mes de noviembre y con una negociación colectiva que sólo alcanza a la mitad de los trabajadores cubiertos habitualmente por estas fechas, consecuencia de la dura e injusta reforma laboral que ha disuelto los cauces normales para el reparto pactado del excedente, aumentando la conflictividad laboral y social. Los asalariados volverán a perder poder adquisitivo este año, en un contexto de fuerte aumento de los despidos y rebaja del ahorro familiar, que es un reflejo más de la asfixia que sufren muchos hogares, que han tenido que recurrir a sus reservas para hacer frente a una situación cada vez más complicada.
En este contexto de fuerte atonía de la demanda e incremento del desempleo, la actitud de los empresarios es poco comprometida. Los márgenes de los empresarios al abrigo de la competencia continúan presionando los precios al alza, como trimestre a trimestre refleja la Contabilidad Nacional. El Gobierno se desentiende de este problema, al igual que hizo con la reforma laboral, que facilita el ajuste mediante despidos frente la reorganización interna pactada con los representantes de los trabajadores. El Gobierno, asimismo, con su política de aumento de los precios públicos en bienes básicos como la educación sanidad (copago sanitario, euro por receta) o transportes, ha anegado gran parte del esfuerzo realizado por los trabajadores en la contención de precios que fue pactada con los empresarios en el último Acuerdo Nacional del Negociación Colectiva.
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