RRHH Digital La Asociación Reforesta continuó a lo largo de 2012 su proyecto de reforestación en La Pedriza, logrando plantar un total de 2509 árboles de diez especies autóctonas distintas gracias al apoyo de 620 voluntarios, ha informado este jueves la asociación en una nota de prensa.
Este hecho ha sido posible gracias a la respuesta ciudadana y al apoyo prestado por la Consejería de Medio Ambiente y de Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, que ha aportado terreno y plantas. Esta cifra marca un hito en los esfuerzos de la ONG, que en los tres años anteriores había conseguido plantar hasta 541 plantones.
El objetivo de Reforesta es movilizar la conciencia medioambiental de la ciudadanía para iniciar el camino inverso al recorrido hasta ahora, es decir, para reforestar, en lugar de deforestar. En 2012, 620 personas participaron en las 28 jornadas de actividad organizadas por la ONG.
Con su acción voluntaria, estas personas han contribuido a la protección del suelo, de los recursos hídricos, a atemperar el microclima y a luchar contra el cambio climático, pues estos árboles absorberán ya en su primer año entre 3,5 y 7 Tn de CO2.
El hecho de trabajar con una decena de especies autóctonas favorece especialmente a la biodiversidad y, en particular, a la fauna, pues muchas de estas especies producen semillas y frutos comestibles.
El perfil de los voluntarios es muy variado, y va desde escolares, personal de empresas, familias, parejas o grupos de amigos hasta personas con diversidad funcional o en riesgo de exclusión social.
TRABAJO NO LIMITADO A LA PLANTACIÓN
El director de Reforesta, Miguel Ángel Ortega, ha afirmado por ello que esta iniciativa «no solo es valiosa para la naturaleza de La Pedriza, sino que destaca por el hecho de ser una acción que demuestra el compromiso de la ciudadanía con el medio ambiente y un ejemplo de colaboración entre instituciones como la Administración Pública, diversas empresas, asociaciones y centros escolares, que se han sumado al proyecto».
El trabajo realizado no se limita a la plantación, puesto que a lo largo del año se realizan diferentes tareas de mantenimiento, como la reconstrucción de alcorques, la reposición de los protectores caídos o los imprescindibles riegos veraniegos, sin los cuales la mortalidad estival de plantones sería mucho mayor.
Reforesta está promoviendo diversas fórmulas para conseguir los recursos necesarios para continuar el trabajo. Entre ellas destacan el voluntariado corporativo, el programa oCiO2, consistente en el cálculo de la huella de carbono y posterior reducción y compensación de emisiones de CO2 o la iniciativa ‘Regala un Árbol’, que permite obsequiar una tarjeta regalo acreditativa de la plantación y cuidado de un árbol, pudiendo colaborar el destinatario de la tarjeta tanto en la plantación como en las tareas de mantenimiento de su planta.
La información sobre las primeras jornadas de voluntariado de 2013 y sobre el procedimiento de inscripción en las mismas ya está disponible en nuestra web, www.reforesta.es
INTEGRACIÓN EN PARQUE NACIONAL DE LAS CUMBRES DE LA SIERRA DE GUADARRAMA
La Pedriza cuenta con la máxima protección dentro del Parque Regional del Alto Manzanares y, en breve, se integrará en el Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama. Este espacio natural fue objeto hasta el pasado siglo de una intensa deforestación motivada por la necesidad de madera para cocinar y calentar las casas de las decenas de generaciones que han habitado en esa zona de la Comunidad de Madrid.
También las quemas para lograr pasto para los rebaños de cabras contribuyeron a que la vegetación actual esté dominada por arbustos, entre los cuales la jara pringosa ocupa un lugar destacado. A pesar de ello, las encinas, alcornoques, tejos, acebos, serbales y ejemplares de otras especies, algunos de ellos centenarios, que han sobrevivido en los rincones menos accesibles, dan fe de la diversidad de su vegetación original.
En la actualidad, la mayor amenaza a esta diversidad florística procede de las cabras monteses, reintroducidas a principios de los noventa. Estos animales, que comen las hojas de muchos árboles, entre ellos las del tejo y del acebo, han proliferado en exceso, ya que apenas cuentan con depredadores en la Sierra de Guadarrama.
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