RRHH Digital Forética, el Observatorio de la Responsabilidad Social Corporativa (RCS) y la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas han asegurado que «la verdadera eficacia» del Primer Plan Nacional del Responsabilidad Social Empresarial (RSE) –que el Ejecutivo presentará previsiblemente en el primer semestre de 2013– marcará el próximo año, después de que este 2012 se haya percibido «con luces y sombras» en el sector.
En declaraciones a Europa Press, el director general de Forética, Germán Granda, ha insistido en que el citado Plan «tiene que involucrar realmente a todos, que no se quede en un plan de una dirección», en alusión a la Dirección General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la RSE.
Así, de cara al próximo año, Granda ha pedido «una mayor involucración de las políticas públicas» en la promoción de la RSE «para que las empresas tengan una actitud responsable», así como más coordinación entre las administraciones para conseguir «un mayor impacto» en este sentido.
En la misma línea, ha señalado que la Ley de Transparencia «será una buena noticia si se ejecuta bien», al tiempo que ha insistido en la importancia de políticas «dirigidas a las personas», que incluyan aspectos como la mejora de las capacidades o la empleabilidad.
Por su parte, la directora general de la Red Española del Pacto Mundial, Isabel Garro, también se ha mostrado esperanzada en la próxima implantación del plan «que permitirá al Gobierno poner en valor este tipo de cuestiones». «Es el momento de que España presuma de lo que ha hecho en materia de RSE, se ha desarrollado una ventaja competitiva en este campo y no tiene sentido dar marcha atrás», ha remarcado.
Mientras, el coordinador del Observatorio de RSC, Orencio Vázquez, también ha insistido en «la verdadera eficacia de un buen plan que sea un ejemplo a nivel comunitario» y que, a su juicio, debería implicar a varios ministerios. Además, ha mencionado «la expectación existente» ante la futura presentación de los respectivos planes en los Estados miembros de la UE, según figura en la reciente estrategia de RSE de la Comisión Europea, después de un año en el que, a su juicio, se ha hecho «relativamente poco».
«LA RSE SIGUE EN LA AGENDA»
Respecto a la valoración de 2012 en materia de RSC, Granda ha indicado que «el año ha sido complicado, con luces y sombras» pero ha subrayado que la RSE «sigue en la agenda» del Ejecutivo, como se refleja en el hecho de la continuación de los trabajos del Consejo Estatal de Responsabilidad Social Empresarial (CERSE) o el mantenimiento de la Dirección General del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la RSE.
En la misma línea, Garro ha indicado que, a nivel nacional, existe cierto ‘standby’ pero ha destacado que «las conversaciones con el Gobierno indican que no se va a dejar parado; otra cosa es que se cumplan las expectativas aunque seguramente, es difícil satisfacer a todos».
Por su parte, Vázquez ha lamentado aspectos como «la falta de regulación y control exhaustivo» debido a «intereses cortoplacistas». «La sensación que tiene la ciudadanía es que algunas de estas infracciones han quedado impunes, algo inadmisible», ha señalado el coordinador del ORSC.
«Los temas relacionados con manejos fiscales, corrupción, buen gobierno o remuneraciones han ido calando en la sociedad pero no gracias a la labor de la sensibilización sino por los hechos y la realidad aplastante», ha añadido. Por ello, ha pedido «un replantamiento de cuál es el modelo económico y social a seguir» y se ha preguntado si «queremos una empresa responsable o incentivos económicos relacionados con el cortoplacismo pero que al final generan poco impacto en la sociedad».
A nivel internacional, Granda ha señalado que «se han producido avances en RSC en América Latina y Asia» y ha añadido que «el término se está consolidando a nivel global». En cualquier caso, se ha mostrado decepcionado por los resultados de las cumbres de Río de Janeiro (Brasil) y la de Doha (Qatar), «en las que de nuevo lo urgente supera la importante». Mientras, Vázquez ha subrayado que se ha dejado atrás «el debate ideológico de buenos o malos» para centrarse en cuestiones «más concretas» relacionadas con la acción, herramientas, medición o gestión.
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