Recursos Humanos Digital El satélite de observación de la Tierra Landsat-5, propiedad del Servicio Geológico de Estados Unidos, se jubila tras 28 años de servicio y más de dos millones y medio de imágenes que ha aportado a lo largo de su «prolífica carrera». Los expertos que ha llevado a cabo esta misión han destacado que «todo evento importante sucedido desde 1984 ha sido registrado por Landsat-5».
Así, han indicado que el satélite ha capturado imágenes de las secuelas de los atentados terroristas del 11 de septiembre, el desastre de Chernobyl, la expansión de ciudades como Las Vegas, la deforestación en México y las multitudes que se agolparon en Washington para presenciar la investidura del primer presidente negro de la historia de Estados Unidos, Barack Obama.
«Ya se tratara de un huracán, un tsunami, un incendio forestal, la deforestación, o un derrame de petróleo, Landsat-5 estuvo allí para captarlo», ha insistido la directora de la misión, Marcia McNutt, quien ha apuntado que «es poco probable que se dé con otro satélite tan longevo como Landsat-5».
La primera serie de maniobras para bajar de forma segura Landsat-5 de su órbita operacional se espera que ocurra el próximo mes, de acuerdo con funcionarios Servicio Geológico estadounidense.
Además, este año se conmemora el 40º aniversario de la totalidad del programa Landsat, que es una colaboración entre la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos. Actualmente, además de Landsat-5, la única otra nave en funcionamiento del programa es Landsat-7, que fue lanzada en 1999 y ha sobrevivido a sus tres años de diseño. La NASA está preparando la puesta en órbita de Landsat-8 en febrero de 2013.
Estos satélites tienen dos instrumentos. Uno de ellos es el Land Imager Operative, que recoge los datos en el visible infrarrojo cercano e infrarrojo de onda corta. Según ha explicado la NASA, el Landsat-8 llevará a cabo observaciones en dos bandas espectrales nuevas: una diseñada para ayudar en aguas costeras y el otra para observar zonas de difícil acceso.
Del mismo modo, porta un sensor infrarrojo térmico, destinado a medir la temperatura de la superficie de la Tierra. «Estos instrumentos tienen avances evolutivos que los convierten en los instrumentos Landsat más avanzados hasta la fecha y se han diseñado para mejorar el rendimiento y la fiabilidad de las observaciones de la superficie terrestre del planeta», ha indicado el director del proyecto de la NASA Ken Schwer.
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