RRHH Digital Las enfermedades virales son una de las principales causas de absentismo laboral en las empresas y un factor clave en la pérdida de productividad de los empleados, según diferentes estudios realizados por la multinacional Kimberly-Clark Professional (KCP).
En 2010 se perdieron en España un total de 222 millones de jornadas de trabajo por bajas laborales, o lo que es lo mismo, cada día faltaron a su trabajo un millón de empleados, casi el 6 por ciento del total. Según el informe, la duración promedio de baja por gripe o resfriado es de entre 2 y 5 días. Asimismo, es ese periodo, el coste directo del absentismo para las empresas españolas fue de 2.100 millones de euros y su coste indirecto –lo que se dejó de producir- fue de 64.000 millones de euros, más de 2.800 euros por empleado.
La ausencia de unos protocolos de higiene básicos favorece el contagio de gripes y resfriados entre los empleados y el aumento de superficies contaminadas por virus. En este sentido, un estudio realizado recientemente por KCP en Francia mostraba que en una oficina hay 400 veces más gérmenes que en la taza de un váter.
El 40 por ciento de los costes derivados del absentismo tiene su origen en resfriados y gripes, cuyo contagio se favorece continuamente ya que el 72 por ciento de las personas asisten al trabajo cuando están enfermas. En paralelo, el contagio se ve favorecido por la tendencia en las empresas a limitar los gastos de limpieza para reducir costes.
“La salud y bienestar del empleado debe ser un objetivo de negocio, por que un trabajador sano y motivado trabaja mejor”, afirma Adriana de Di Ippolito, responsable de Trade Marketing KCP para Iberia y nos habla de The Healthy Workplace Project, un programa impulsado por KIMBERLY-CLARK PROFESSIONAL en todo el mundo, cuyo objetivo es construir lugares de trabajo más saludables y así reducir los niveles de contagios de enfermedades virales entre los trabajadores.
“El programa – añade Di Ippolito- tiene como objetivo cuidar el bienestar de los empleados aumentar su compromiso y reducir la incidencia de las enfermedades típicas de la oficina y con ello, reducir el absentismo”.
Los primeros resultados del Programa han demostrado que la puesta en marcha de buenas prácticas de higiene en la empresa permite reducir hasta en un 80 por ciento la probabilidad de infección por resfriado común y gripe. Asimismo, disminuyó de un 40 por ciento a un 8% por ciento el número de personas que podrían ser contagiadas por la gripe y se redujo en un 62 por ciento el número de personas contaminadas con un virus.
Puntos de Foco
Según diferentes estudios, un 20% de los empleados han contraído alguna vez una enfermedad tipo contagiosos en su lugar de trabajo. “ Si tenemos en cuenta-explica Di Ippolito-que una persona se toca la cara al menos 16 veces por hora, es fácil entender cómo los gérmenes que están en el ambiente y en los objetos llegan a entrar en nuestro organismo”.
Las zonas con más microbios son las puertas (38%), los botones del ascensor (20%), las barandillas (14,5%), las máquinas distribuidoras (10,5%). Además, una cuarta parte de los empleados confiesa que no se lava las manos antes de comer. “Esta demostrado-concluye Di Ippolito- que una buena higiene de manos tras usar el baño y antes de comer reduce de forma notable el riesgo de afecciones respiratorias y digestivas”.
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