Recursos Humanos Digital La empresa Roca ha anunciado este martes el despido de 486 trabajadores por el cese de la actividad en Alcalá de Guadaira (Sevilla), donde se extinguen 228 empleos, y de la actividad de porcelanas sanitarias de Alcalá de Henares (Madrid), donde se eliminarán 258, según un comunicado de la compañía.
Así lo ha decidido tras la reunión de la dirección en sesión extraordinaria con los representantes de los trabajadores de los centros de Alcalá de Guadaira, Alcalá de Henares, Gavà (Barcelona) y oficinas de Barcelona, donde ha expuesto el análisis del negocio en España y, dada la situación, ha anunciado su decisión de proceder inmediatamente a la tramitación legal de las medidas.
Una vez aprobadas las medidas, el Grupo Roca mantendría en España nueve fábricas en las provincias de Barcelona, Madrid, Castellón, Navarra y Burgos que, junto con el resto de centros de trabajo, dan empleo directo a unas 2.000 personas; en Alcalá de Henares mantendrá la actividad productiva de bañeras y el centro logístico.
«Ante la falta de los menores indicios de reactivación, persistir en la adopción de medidas temporales como son los ERES de suspensión no tiene desafortunadamente ningún sentido», y siendo un coste improductivo amenaza las posibilidades de desarrollo de la compañía, ha indicado la empresa.
Roca ha argumentado que a pesar de diversas medidas para intentar reactivar el mercado, como inversiones en el campo comercial y del marketing, las ventas unitarias de porcelana han caído un 41% desde 2009 y un 68% desde 2006, por lo que la producción de las plantas en España no alcanza el 30% de su capacidad total y la rotación de existencias alcanza los 160 días, el triple de la cifra media de los últimos años.
Asimismo, las estimaciones para 2013 indican que, de seguir al ritmo actual de fabricación, la cifra total de unidades producidas por la compañía duplicaría a la de unidades vendidas.
«El descenso de la demanda tan constante como prolongado no puede explicarse solamente por razones coyunturales de la crisis», y la mayoría de análisis apuntan a que el sector ha sufrido ya un cambio estructural; que la recuperación plena puede tardar una década y que, en todo caso, se produciría en unas condiciones muy distintas, ha añadido.
Ha recordado que a partir de 2006 tuvo que solicitar diversos expedientes de suspensión de empleo para adecuar la producción al descenso de las ventas en el mercado español, a causa de la crisis y del hundimiento del sector de la construcción.
Con la agudización de la crisis, a finales de 2009 solicitó un expediente de extinción de empleo para 504 trabajadores que entró en vigor en 2010, y en el que «se contemplaban unos escenarios de recuperación de la economía y del sector que, lejos de cumplirse, han ido empeorando en la totalidad de indicadores».
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